CAPITULO X - Búscame

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La pesadez me fue venciendo, como piedra contra el suelo; fría e inmóvil yahacia en mi lecho apunto de caer en los brazos de Morfeo. Mi vision cada vez distinguía menos aquellos lunares de colores de mi fiel y único amigo.

Cayendo en un sueño profundo me encontraba ya, era tan fuerte que pude jurar que llegue a un limbo, uno de paz y quietud, uno en el que por fin pude encontrar aquel silencio que tanto buscaba.

Sabía de los sueños lúcidos pero jamás había vivido la experiencia. Las voces de los recuerdos que inundaban mi mente día con día por fin cesaron. Las voces que acompañaban está nueva travesía, las voces de aquellos personajes siniestros se esfumaron. Podría quedarme aquí para siempre, viendo un panorama en blanco cuál lienzo nuevo y no moverme jamás, solo disfrutar del silencio, la mejor melodia del universo.

Caminaba en el espacio en blanco que ofrecía mi subconsciente, feliz, sonriendo, moviendo mis manos como si las llevará el viento. Tanta quietud era casi un milagro para mí y sin verlo venir esa voz contaminó el ambiente:

- Mírate, haz cambiado muy poco... Sin embargo aquella madurez que te caracteriza sigue contigo.

Volteé de inmediato siendo testigo de solo aquel espacio blanco, la zona estaba solitaria, solo era yo, no había forma de escuchar algo más. Quizá mi subconsciente trataba de decirme algo pero, ¿Por qué usando su voz?

- Lamento los incovenientes que tienes que pasar por culpa mía.

Miraba hacia cualquier lado llena de confusión. Hace muchos años no escuchaba la voz de Slenderman, hace años que aquella voz grabé no se dirigía a mí. Su voz presentaba aquella amabilidad y dulzura con la que hablaba conmigo en nuestras noches de convivencia.

- Se que soy yo misma, se que eres tú; mente tratando de amenizar el dolor que guarda mi corazón desde hace tiempo, pero no tienes por qué hacerlo - Suspiré mientras seguía hablando en voz alta - No tienes por qué usar su voz, no tienes por qué recordarme lo mucho que lo amaba... O lo mucho que lo amo.

Solloce evitando las lágrimas, manteniendo el nudo en mi garganta, el nudo de siempre que no me permitía sacar, no lloraría por un tipo como él, no lo merecía.

-¡No merece mis lágrimas!
¡Maldito! ¡Te odio!

Caí de rodillas golpeando con mis puños aquel lugar en blanco, empareje mi frente hacia el suelo haciendo gotear la primera lágrima, la primera después de tanto guardado. Al instante el ambiente comenzó a cambiar, lo que era un espacio en blanco se convertiría de poco en un campo lleno de sesped y un cielo azul espectacular.

Mi lindo Capricho ~ Temporada || ~ MEMORIAS DE NIEBLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora