Tyler había dado tantas vueltas alrededor de la mesilla de centro en la sala, que podría haber creado un camino en el suelo con sus piernas. De vez en vez se detenía, miraba la pantalla de su celular y continuaba con su ardua misión de tomar una decisión. Muchas preguntas atacaban su mente, llenándolo todo de un murmullo incontrolable, colmándolo de indecisiones. Finalmente se detiene y escribe con velocidad en el teclado digital de su pantalla. ¿Cómo estás, Soto? Se detiene después, con el dedo índice derecho en los labios. Borra el mensaje y retoma la tarea de rodear la mesa sin parar. Por dónde lo vea, Soto, corredor de los acereros, sabrá que quiere información sobre Lucas. Tal vez podía ahorrarse las formalidades y ser directo. ¿Qué hay, Soto? ¿Lucas llegó a su primer entrenamiento?
Emite un gruñido de frustración y cede, cayendo contra el sillón. Ni siquiera debería de interesarle si Lucas llegó o no al equipo. Estuvo haciendo apuestas consigo mismo en donde una parte estaba totalmente convencida de que Navarro faltaría, presa de los nervios y la ansiedad, y abandonaría al equipo sin dudar. Otra parte (una más amable y que Tyler agradecía tener aún) aseguraba que el mariscal vencería sus obstáculos, probablemente numerosos, para poder llegar al Super Bowl una vez más. Y es que Lucas podría ser ambas personas. Un ser humano lleno de ansiedad y miedo por el porvenir y la vida en general, pero también era un sujeto obstinado y orgulloso. Algo como un balance que llevaba a la perfección.
Arroja el celular a su lado y se talla el rostro. No debería de importarle. Pero le importa y eso lo está volviendo loco. ¿Por qué no puede simplemente sacar a Lucas de su cabeza? ¿Por qué no hace lo más racional y se aleja de él en todos los sentidos? Está furioso con él mismo. Furioso con Navarro. Con todos a su alrededor.
Y ese día, sus compañeros no ayudan en nada. Rivera estaba convencido de que se concentraría solo en su entrenamiento. No más pensamientos sobre Lucas y su preparación en su nuevo equipo. Se prepararía para enfrentarlo y demostrarle que estaba muy bien sin él.
Bueno todo convirtió en un sueño que se evaporó tan pronto entró al campo y sus dos fieles amigos lo rodearon casi de inmediato.-Tengo noticias de Lucas- anuncia Charlie casi con entusiasmo, como si hubiera esperado decir esa noticia durante mucho tiempo. Tyler exhala y le regala su mejor expresión de desagrado.
- ¿Quién dijo que quiero saber de él?
-Rivera, deja de mentirnos a nosotros. Continúa, Charlie- dice Luke haciendo un ademán con la mano en una exagerada señal para que prosiga.
-Edward dice que su primer día fue patético. Nada que ver con el gran mariscal estrella. Peor que un novato. No están seguros de que vaya a llegar ni siquiera a la pre temporada.
Tyler debería de estar feliz. Debería sentirse orgulloso y decir que lo sabía, que Lucas no podría volver, que simplemente es como las cosas deben de salir. Que tal vez debió pensar todo eso antes de huir como un cobarde. Pero no lo hace. Solo pasa de largo ignorando a los dos jóvenes que se encogen de hombros levantando los brazos, con comprender qué pasa. No se siente feliz ni contento. Solo está preocupado, pensando en cómo debe de sentirse Lucas en ese momento. No importa cuántas veces se repita que Navarro se lo merece, la preocupación no cede ni un centímetro.
🌙
Después de una semana de entrenamiento, Lucas ha mejorado mucho más de lo que todos a su alrededor creían posible. Aún hay un largo camino por delante, en especial en lo que respecta a la comunicación con sus receptores y ofensivos, pero ha sido capaz de concretar suficientes pases para que Tomson deje de vigilarlo con tanta insistencia. Navarro no puede decir que fue su don natural lo que le permitió mejorar, sino Sam, como lo llama ahora, su ala cerrada. Lucas no podría estar en donde está en estos momentos si Samuel no le hubiera regalado más paciencia que nadie en su vida durante esos entrenamientos extras que tenían en un parque cercano a su casa cada noche, después de las prácticas.
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Tiempo Fuera [Secuela Medio Tiempo]
Teen FictionLucas y Tyler, en lados opuestos dentro del campo. El mejor dúo de la NFL enfrentándose. Dentro y fuera del campo, hay mucho que merece ser contado.