7.- Día de trabajo

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—Es primera vez que bailo en una sala con espejos se siente muy diferente a practicar en el patio de mi casa.

Su técnica de baile estaba bastante pulida lo cual me gustó por que sé que cuesta tiempo llegar a eso, incluso yo que he ocupado siempre salas de ensayo me costó trabajo mejor mi técnica hasta tenerla casi perfecta.

—No se nota, tu técnica de baile está muy desarrollada.

—Aun así no bailo tan bien como tú, haces los pasos prácticamente perfectos.

—Gracias, pero creo que sí ensayaras aquí te saldría igual de bien.

—¿Acaso es una invitación para volver otro día? —Preguntó levantando una ceja.

—Lo dejo a la imaginación del público. —Ninguno pudo evitar reír tras eso. Estuvimos bailando un rato más hasta que sentimos la puerta abrirse, rápidamente apagué la música.

—Lin sabes dónde -a, hola justo a ti te estaba buscando. —La figura de mi hermana se hizo presente en la sala mientras terminaba su frase señalando a Matías.

—¿A mi?

—Oye ¿Dónde están tus modales?. —interrumpí lo que sea que Jaz fuera a decir. —Mínimo preséntate primero. —Hice una pausa. —Matías ella es mi hermana Jaz.

—Alan ya nos presentamos. —Dijo él

—¿Enserio? ¿Cuando?

—Temprano cuando estabas durmiendo, tonto. En fin, vine para avisarte que tu madre te está buscando para llevarte a casa. —Dicho esto Jaz salió de la sala dejándonos a ambos con dudas.

—¿Enserio se presentó?

—Sip, pero ella iba de salida así que fue algo relativamente rápido.

—¿Entonces por que me preguntaste antes en mi habitación si ella era mi hermana?

—¿Lo hice? —Yo asentí. —Lo siento no lo pensé cuando lo pregunté, siendo sincero no recuerdo ni que estaba pensando. —Yo solo reí.

—Me ha pasado no te preocupes. —Estuvimos en silencio un buen rato hasta que decidí hablar. —Entonces... ¿realmente te tienes que ir?

—Lamentablemente si, me encantaría no tener que hacerlo pero esa era la condición para venir a verte, irme junto con mi madre cuando ella terminara la reunión.

—entiendo.

—Pero hey mírale el lado positivo, estuvimos casi tres horas juntos. —Yo solté una pequeña risa.

—Eso al parecer no es tan bueno para nuestros padres, es una señal de que la reunión se alargó demasiado.

—hmm tienes razón, ahora me siento mal por alegrarme de eso.

—Bueno pero como dijiste. El lado positivo es que pudimos pasar tiempo juntos.

—Claro, tienes razón.

Luego de nuestra pequeña conversación fuimos a fuera de mi casa donde estaban mis nuestros padres despidiéndose, mi padre al verme me sonrió.

—Parece que se divirtieron.

—Así fue. —Le respondí. —¿Cómo les fue a ustedes?

—Se nos complicó un poco al principio pero ya lo arreglamos todo. —dicho esto nuestros padres se terminaron de despedir y mi papás entraron a la casa mientras que la mamá de Matías entraba en su auto que hasta entonces no había notado.

—Bueno Alan yo-

—Quédate. —Lo interrumpí mientras jugaba con mis dedos, me sentía nervioso por pedirle eso pero había disfrutado tanto este día que no quería que acabara.

Noche estrelladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora