9.- pijamada

4 0 0
                                    

—Matías ¿No quieres venir a una pijamada el viernes en la noche en mi casa? —El nombrado me miró desconcertado.

—¿Tú irás?

—Por supuesto que iré, la planeamos entre los tres.

—De acuerdo, iré, ¿Tengo que llevar algo?

—Solo algo de dinero para comprar cosas de comer, y obviamente una mochila con las cosas que podrías necesitar en mi casa. —Comió un bocado de su comida y agrego. —Daniel siempre llega como a las 7 a mi casa por si quieren llegar a esa hora. —Ambos asentimos y seguimos con nuestra comida.

El resto del día se pasó bastante rápido y al llegar a mi casa estaba feliz por haber planeado la pijamada pero me desmotivé un poco al recibir un comunicado al correo de la escuela de que se cancelarían las actividades extracurriculares de esta semana y la siguiente. Así que comenzarían el miércoles después de ese período.

Lo que restaba de semana hasta llegar al viernes se pasó en un abrir y cerrar de ojos y ahora me encontraba en la sala de estar esperando a Matías para que fuéramos juntos a la casa de melisa, mientras esperaba mi hermana salió de la nada.

—¿Y tú? ¿Adonde tan bien vestido? —Solo llevaba una polera de manga larga café con unos pantalones negros, unos botines y un cinturón del mismo color.

—Exagerada, así me visto normalmente.

—Aja.

—Iré a la casa de melisa para una pijamada.

—Por lo visto los dos tenemos planes, saldré a una pijamada también en casa de Kelly. —Dijo mientras dejaba su mochila en el sofá al lado de la mía. —Por cierto, ¿Crees que debería ir así? —Preguntó señalando su outfit. Llevaba una blusa blanca dentro de una falda negra con cadenas y botas que le llegaban mas arriba de la rodilla, negras también.

—Claro que sí, te ves estupenda. 

—Gracias. —Luego de su respuesta el timbre sonó indicando que el chico ya había llegado.

—Esperabas a alguien?

—Sip. —Caminé en dirección a la puerta para abrirla y saludar al chico e invitarlo a pasar, iba vestido con pantalones y chaqueta de mezclilla celestes con una polera blanca y zapatillas del mismo color.

—¿Entonces nos iremos todos juntos hasta el metro? —Preguntó Jaz.

—Yo creo, Alan ¿Qué dices tú?

—Estoy de acuerdo también. —Contesté. —Por cierto ¿No quieres un vaso de agua?

—Si, por favor. —Tras su respuesta fui a la cocina para buscar el vaso con agua, cuando volví estaban mis padres también.

—¿Y ustedes? ¿Adonde van? —Preguntó mi papá

—Estos dos a una cita. —Bromeó Jaz.

—Ajá y tu nos acompañas de violinista. —Le dije a lo que ambos nos reímos mientras que los demás no entendían nada de lo que decíamos. —Hablando enserio, Jaz va a una pijamada con sus amigas y nosotros a una en casa de melisa.

—Ya veo, bueno que se diviertan, los queremos, si algo sucede no duden en llamarnos. 

—Así lo haremos, adiós. —Se despidió Jaz mientras nos colocábamos nuestras mochilas y salíamos de la casa, Matías como fue el ultimo en salir cerró la puerta.

En nuestro camino al metro Jaz fue delante de nosotros y cuando llegamos nos despedimos ya que ella debía ir en dirección contraria a la nuestra.

Luego de subirnos al metro y que cerrara sus puertas nos sentamos y Matías decidió romper el silencio.

Noche estrelladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora