Estuve hablando un rato con Daniel y Melisa los cuales me preguntaron cómo me fue en salida de hoy con Matías, les respondí que todavía estaba con el pero que fuimos a su casa.
Continuamos hablando un rato más hasta que subió Matías con una bandeja con tostadas, vasos con jugo de naranja y un recipiente del que no podía ver su interior. Se sentó en la cama y puso la bandeja entre nosotros.
—Ayer hice galletas por si quieres sacar, están acá. —Dijo apuntando el recipiente.
—Muchas gracias Mati. —Desde que lo llamé así por mensaje se me ha hecho costumbre llamarlo así de vez en cuando.
—No hay de que. —Me contestó con una sonrisa. —Ahora disfruta.
—Buen provecho. —Agradecí por la comida y en un momento nos comimos todo.
Al terminar de comer me ofrecí a lavar los platos y vasos pero Matías me dijo que no era necesario, de igual manera le respondí que me sentiría mal si no lo hacía así que terminó aceptando y bajamos con la bandeja a la cocina depositandola en el fregadero.
Yo empecé a lavar todo y Matías se puso a mi lado para hacerme compañía.
—Alan. —Dijo captando mi atención. —Gracias.
—¿Por que?
—Por lo de hoy, la pasé muy bien contigo.
—Igualmente yo, deberíamos salir más seguido. —Dije con una sonrisa aunque sabía que no me estaba viendo.
—Así lo haremos. —Se quedó en silencio un momento. —Oye por cierto ¿Para cuando tienes planeado ocupar esas cosas? —Me di vuelta y el señaló lo que compramos para teñir su cabello y me quedé analizandolo un momento
—¿Qué te parece el próximo sábado?
—Me parece bien.
—Entonces está decidido. —Lavé el último plato y me sequé las manos. Nos dirigimos al sofá y pusimos música en la televisión. Nos sentamos y empezamos a conversar sobre temas cotidianos.
Luego de estar hablando por un rato pusimos la playlist de canciones de K—Pop que nos sabíamos y bailamos hasta que nos cansamos, que fueron aproximadamente dos horas.
Cuando terminamos de bailar revisé la hora en mi teléfono y el reloj marcaba las 18:30.
—Hey, voy a empezar a caminar de regreso a casa. —Le dije.
—De acuerdo, ¿Quieres que te acompañe?
—Sip.
—Okey, ve a buscar tu mochila. —Asentí y subí a su habitación, mi mochila estaba donde me había recostado en su cama. La tomé y caminé escaleras abajo.
—Listo. —Dije parado a un lado de la puerta.
—Espera, antes de que te vayas quiero darte algo. —De las bolsas que estaban encima de la mesa sacó una bolsita de papel y de esta sacó uno de los colgantes de cuarzo que había comprado y me lo entregó con una sonrisa.
—Pensé que era para ti.
—Alan compré dos...
—Cierto....
—Da media vuelta por favor. —sin decir nada obedecí y el levantó mi cabello de mi cuello para ponerme el colgante.
Cuando terminó me volví a girar hacia su dirección.
—Se te ve bien.
—Muchas gracias Mati.
—No es nada. —Me respondió con una sonrisa.
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Noche estrellada
FanfictionLa historia nos sitúa desde el punto de vista de Alan, un chico de 15 años a veces inseguro de si mismo el cual recientemente se ha mudado de ciudad decidido a iniciar una nueva vida desde cero y olvidar los sucesos del pasado, en su nuevo comienzo...