¿No Es Mucho Mejor Ser Una Villana?

Capítulo 169

"Por cierto, las cosas en el mundo se vuelven impredecibles todo el tiempo".

Aunque fui yo quien mejoró la fórmula, no pude usarla en la práctica, por lo que fui implícitamente ignorada.

Afortunadamente, mientras estaba comiendo solo las tarifas de derechos de autor, me emocioné mucho cuando descubrí la posibilidad de que podría usar una fórmula.

Entonces, después del Día de Acción de Gracias, me quedé en mi habitación todo el tiempo, investigando la magia divina hasta llegar al punto en que podía luchar contra Isidor.

-Perderías contra mí en nueve de cada diez duelos. Puedo usar cualquier cantidad de magia de tipo ataque utilizando mi poder divino, independientemente de mi clase de magia.

Mientras sonreía y fanfarroneaba, Isidor alborotó mi cabello ligeramente.

-Tendré que estar nervioso la próxima vez. Pero... ¿tengo que seguir peleando contigo en el futuro?

Preguntó con una expresión ligeramente deprimida.

-Es una broma. No lo haré.

Tal vez un cachorro amenazado por el ataque de su dueño haría ese tipo de expresión.

-Siempre siento que las bromas de la princesa no son graciosas.

-¿No estás atacando demasiado a tu amante?

-La princesa estaba tratando de golpear mis huesos.

Refunfuñó, se puso el chaleco que se había quitado por un tiempo para competir conmigo, se limpió la ropa y se volvió a poner las gafas.

"Lo siento cada vez, pero este estilo es realmente bueno".

Normalmente no me gustan mucho las gafas, pero fue por el atuendo que hizo, tenía un encanto intelectual.

La atmósfera y la apariencia que cambian, según la ropa y los peinados, cada vez era tan interesante que seguí mirándolo con asombro.

-Isidor.

-¿Hmm?

-¿Qué tal una broma como esta?

Volví a alcanzar sus gafas e Isidor alzó una ceja con desaprobación.

-Aún no es divert-...

Rápidamente le quité las gafas y cubrí su boca llena de pucheros.

Isidor apretó mi cintura y me abrazó, mordiéndome el labio inferior varias veces mientras soltaba una pequeña carcajada.

-Supongo que descubriste lo que secretamente esperaba con ansias.

-¿Esperabas algo? No tenía ni idea.

-Probablemente no sepas lo emocionado que estaba al escuchar que la princesa vendría al lugar donde vivo.

Cerró la puerta del vestidor, al lado del gimnasio, y deslizó sus labios varias veces por mi nuca.

El descarado movimiento de su mano, que codiciaba mi cuerpo, hizo que mi respiración se acelerara y que mis dedos de los pies se doblaran ligeramente.

Tenía marcas rojas por todo el hombro y la nuca, y sostuve su cabello con fuerza mientras jadeaba.

* * *

-Es un desastre.

Después de un tiempo, me sacudí el cabello desordenado y me froté la mejilla derecha sonrojada.

-Es simplemente bonito.

Habló salvajemente mientras se lamía los labios teñidos de rojo, y volví al salón después de pasar los últimos momentos con él.