Capítulo 181

4.7K 571 42
                                    

En el momento en que el Duque Seymour bloqueó las llamas negras con todo su cuerpo, no sé por qué de repente recordé una escena de mi sueño.



—Si hay una próxima vida, quiero que seas mi hija.



El Duque Seymour y el primer fundador, Mirju Seymour, eran personas completamente diferentes.



—Incluso esta patética personalidad, que ha sido retraída, se neutralizará un poco si fluye la sangre fría de la serpiente.



Ante los comentarios contundentes de Mirju Seymour, Nayla se rió alegremente incluso cuando se acercaba a la muerte.  Como ella no tenía familia, sus palabras sonaron aún más amistosas.



— Si un padre es una persona cariñosa y de corazón profundo como el Archimago, entonces su hija debería ser feliz.

— Eres la única que dice que soy amable. De todos modos.... Si miras para atrás....



"Eres muy amable, ¿no es así? padre." 

Mi estómago se revolvió, probablemente por el brazo que me abrazó desesperadamente.

Rodeada por el calor abrasador, abracé el cuerpo del Duque Seymour con fuerza, elevando el poder divino dentro de mí lo mejor que pude.

"Por favor...." 

Pronto, una película improvisada de un blanco puro se formó a mi alrededor.

Por un breve momento, le rogué sinceramente a mi padre que me dejara ir.

—...  ¡¿Oh?!

Me sentí un poco perpleja mientras apretaba los dientes desesperadamente esperando que el Duque Seymour resistiera el aliento venenoso.

Mi visión cambió repentinamente y el Duque  Seymour y yo fuimos transportados a salvo a la retaguardia del ejército.

 ¿I-isidor?

En ese breve momento, Isidor nos abrazó a mí y a mi padre al mismo tiempo y usó magia de movimiento de corta distancia.

 "Ah, Isidor también me estaba mirando". 

Cuando el aliento venenoso se disparó en la dirección en la que estaba parada, Isidor y el duque Seymour se movieron al mismo tiempo, y el momento pareció coincidir.

 —Duque Seymour.  ¿Se encuentra bien?

 —Oh..... Sí.

 Mi padre estaba tan avergonzado como yo.

 —En verdad, me alegro. 

 Isidor sonrió levemente con rostro aliviado.

—G-gracias. Duque Visconti. Me encuentro en deuda con usted todo el tiempo.  ¡Mmm!

Padre, que irguió los hombros en una postura de ser sostenido por Isidor, no pudo resistir y murmuró hacia su benefactor, poniendo los ojos en blanco con torpeza.

—De nada. Simplemente hice lo que tenía que hacer.

En medio de esto, Isidor, quien respondió cortésmente, invocó una espada larga con una afilada hoja azul y luego desapareció de mi vista.

Detrás de los ataques aleatorios de la 4ª Reina, apareció Isidor, que había desaparecido.

Al transportarse detrás del dragón demoníaco, al igual que cuando lidió con las anteriores bestias, emitió una energía tan brillante que hizo que mis ojos temblaran.

¿No Es Mucho Mejor Ser Una Villana? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora