PARTE 7

822 53 15
                                    

Al siguiente día me presenté al bar, muy temprano, estaba ansiosa por ver a Ellen y arreglar este impase, no quería estar de malas con ella.

-¡Hola! Buenos días- me dijo Daniela, la mesera con quién tenía un trato genial, ¿Y ese milagro? -

—¡Hola! Bella. Buenos días, ¿Cómo has estado?—

—Al parecer mejor de lo que tú estarás, Ellen está con un humor, no me ha corrido de milagro cuando pregunté por ti, ¿Qué le hiciste? o ¿Qué dejaste de hacerle?— preguntó Daniela.

El no reír fue inevitable, —Aun nada, deja ver qué pasa, nos vemos más tarde— dije dirigiéndome a su oficina. Cada paso que daba era un susto una incertidumbre, estaba consciente del error que había cometido y quería arreglarlo. Toqué la puerta y no recibí respuesta.

—Ellen, mi amor, ¿Podemos hablar?— dije desde afuera de la oficina.

—No, déjame en paz— dijo. Tomé una respiración y volví a insistir.

—Pero, bebé, si tú me citaste hoy—

—Pasa— abrí la puerta y me dijo que tomará asiento. Su cara era de tristeza, y al igual que yo, ella tampoco pudo dormir.

—Ellen déjame explicarte todo antes de que digas nada— ella optó por escuchar. —Sé que cometí un error, el no decir esto y me disculpo por eso...El restaurante era un hecho antes de conocerte, y no lo voy a cancelar porque es mi vida, mis sueños y todo mi esfuerzo, aquella noche que entré a este bar por un poco de distracción y te vi no sabía qué me iba a enamorar. Dejarlo sería muy egoísta y dejarte a ti, también—

Mi rubia soltó el bolígrafo y se dejó caer en su silla, pensando en una respuesta.

—Lo sé, Jimena, y no te pido que lo dejes, solo que me da mucha rabia que no me hayas dicho la verdad— me dijo mirándome a mis ojos. —Además tengo miedo de que me dejes— con lágrimas en los ojos.

—No, no pero como dices eso, a ti no... pero a este bar si, amor no puedo decirte que puedo con las dos cosas— fui hasta su silla y me arrodille, —¡Ey! ¿Pasa algo que no sepa?— ella hizo una pausa.

—Jime, este bar ha sido el sustento de mi familia, papá por su enfermedad ya no puede hacerse cargo como él quisiera entonces yo tengo que sacarlo adelante, también quiero dedicarme a mi carrera, si te vas, voy a quedarme sin chef y va a ser un caos porque se viene la reapertura—  se dejó caer sobre su escritorio, —Tú eres un apoyo para mí en este momento en todo, la cocina y en mi vida, no me dejes por favor—

¡Puff! Mi Corazón se hizo pedazos al ver a mi rubia así, ella tan fuerte, tan ruda de aspecto y verla llorar me desestabilizaba.

—Ok. Mírame— le levante su carita y limpiando sus lágrimas. —¡Dios! Son muchas cosas, pero prometo ayudarte, ok...ahora ven que extraño tus besos—

Estuvimos cerca de una hora encerradas en esa oficina dándonos amor, besándonos y poniendo pausa a nuestros trabajos, definitivamente estábamos viviendo el momento. Sentirme en esos brazos tan fuertes era como estar en casa, Ellen era mi hogar, mi refugio, mi estabilidad, sus besos eran la pasión y el amor al mismo tiempo, también era ternura.

—Cuéntame ¿En dónde estará situado tu restaurante?— preguntó.

—¡Umm! Sacándole información a la competencia— me reí y le di un beso. —Después te lo presento, ahora debemos sacar adelante el bar de la competencia— reímos, se le veía de mejor ánimo.

La reapertura del bar de Ellen estuvo brutal, fue todo un éxito y eso me tenía feliz porque si mi rubia está feliz, yo lo estaría o más que ella. Fueron tres semanas muy pesadas para mí porque no sólo estaba con los preparativos para el bar de Ellen, sino que también estaba con la organización de mi restaurante; vivía un completo caos, pero era el caos en el que quería vivir, ¿Qué loco no? Ana, mi amiga hizo todo para que el día de la inauguración fuera un éxito, algunos que otros amigos de la prensa, personalidades públicas que tuve la oportunidad de conocer mientras trabajaba en la capital, me acompañaron. Esa noche presencié cómo los sueños se hacen realidad, solo faltaba una sola persona para estar completamente feliz, Ellen... Pues hoy la rubia no pudo venir por compromisos laborales, aunque la extrañé, sabía que previamente me había acompañado en el proceso y era parte de este proceso de inauguración.

Mi Chef FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora