Una simple historia de adolescentes no tan simples, envolviendose juntos en momentos llenos de emociones, pero sobre todo, drama.
Doce adolescentes, y los doce buscando lo que todo adolescente busca: dinero.
Mentira, lo que en realidad buscan es el...
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Perspectiva de Mika:
Tenía alrededor de 10 años cuando mis padres se divorciaron.
Si me preguntaran que si me afectó, diría que no.
Pero estaría mintiendo.
Aunque admito que era lo mejor.
Para ellos, porque era más que obvio que ya no había amor en su relación. Para Jane, pues así no viviría lo que yo. Y para mi, ahora podría pasar un día sin tener que escuchar como se pelean.
Creían que no me daba cuenta, pues, cada que mi madre venía a revisar la habitación me hacía el dormido, pero podía escucharlos a través de la puerta medio abierta. Después de un tiempo decidí simplemente ignorarlo, pero era difícil.
Así que, si tomamos en cuenta todo, fue la mejor decisión.
Pero los problemas no acaban con eso.
Mi padre, él rehizo su vida, pero ese no es realmente el problema, bien por él si quiere tener otra familia.
El problema es que no me lo dijo, tuve que enterarme por una publicación donde se olvidó de bloquearme.
Un video de él y su nueva esposa bailando juntos, acompañado de las siguientes palabras: "Jamás había sentido lo mismo con nadie más, cariño, te amo"
Sería lindo si nos olvidamos que tiene dos hijas, y que a ninguna le contó que tenía novia, con la que pensaba casarse, y aparte, teníamos una nueva hermana.
Y ahora, a mis 16 años, tengo una hermana de 10 años, dos medias hermanas de parte de mi padre, y dos hermanastros de parte de mi madre, ah, y voy camino a casa en el transporte de la escuela.
Al llegar, el portón se abre y entro encaminándome por el largo camino de concreto, a mi nuevo hogar.
Cuando mamá se casó con su nuevo esposo, nos mudamos a su casa en el monte. Es linda, sí, además es grande, pero, aunque haya tres personas más en la familia, se sigue sintiendo vacía.
Nuestra antigua casa a pesar de las peleas, se sentía como una familia.
Mi madre se volvió a casar, y aunque sigo sin acostumbrarme a mis hermanos, con ella fue diferente.
Un día llegó, nos sentó a Jane y a mi en la sala, y nos contó que había conocido a alguien que quería mucho, y que si nosotras se lo permitiamos, podríamos formar una familia con él y sus hijos.
Llego por fin a la entrada y toco la puerta, que es abierta por la ama de llaves, Ruth, entro, le agradezco a Ruth, grito a mi madre que he llegado y subo a mi habitación.
Tiene un tamaño considerable, las paredes son color crema, aunque ya casi no se ve el fondo, está totalmente forrada de pósters de anime y de mis grupos de kpop favoritos. Al final, logré hacer mi habitación mía.
