Una nueva amistad

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Mansión de Tomás

Tomás se encontraba esperando a su hija, ya que Andrea y su hijo estaban a punto de llegar.

—Papi, ¿Crees que les caeré bien a ellos?— preguntó con una sonrisa.

—Claro que les caerás bien hija tú por eso no te preocupes eres genial tal y como eres — respondió con una sonrisa —ahora por favor vístete porque es bastante tarde.

—Si papá ya voy solo que no sé qué ponerme— contestó en una forma nerviosa.

—Tu tranquila hija te pongas lo que te pongas vas a estar hermosa ya verás— sonrió para volver a mirar el reloj— ahora sí hija corre que están a punto de llegar.

—Si papi— contestó rápidamente y empezó a subir las escaleras para llegar a su habitación.

Tomás sé quedó en el sofá esperando a su hija y rezando para que ella bajase antes de que llegasen Andrea y su hijo.

Una vez que Verónica llegó a su habitación se puso a pensar que debería de ponerse sonrió al ver una sudadera gris y una falda un poco corta de cuadros negros con rayas blancas, marrones y rojas

—Perfecto, esto se me verá genial— se dijo a sí misma para luego empezar a vestirse y minutos después bajó y miró a su padre—Bueno papi, ¿voy bien vestida así?—preguntó con un poco de miedo, ya que no sabía si había acertado.

—Sí hija mía estás muy guapa—sonrió y le dio a su hija un beso en la frente—ahora toca esperar a que lleguen.

Al mismo tiempo en la Mansión de Andrea

Andrea se encontraba en la entrada de la mansión esperando a que su hijo James terminase de vestirse cuando lo vio bajar con una camiseta blanca y unos vaqueros negros

—Bueno hijo veo que ya estás listo, vayámonos ya que no quiero llegar tarde—le dijo de una manera nerviosa.

—Sí mamá vamos, pero por favor no estés tan nerviosa porque si no me pones nervioso a mi vale— contestó intentando sonar sereno.

Andrea y su hijo James se montaron en el coche y ella empezó a conducir camino a la mansión de los Lee

Llegan a la mansión de Tomás

—Bueno hijo llama tú al timbre por favor que yo no me veo capaz— miró a su hijo de una forma nerviosa.

—Vale mama, pero estate tranquila por favor el que debe de estar nervioso soy yo no tú–respondió y llamó al timbre con una sonrisa.

Tomás y su hija estaban todavía en el salón cuando escucharon el timbre.

—Bueno princesa ya están aquí, abre tú la puerta por favor—la miró.

—No papi ábrela tú por favor yo no me veo capaz.

—Está bien hija—sonrió y fue a la puerta y la abrió—Pasen— sonrió y le dio un beso a Andrea y esta se lo correspondió.

—Muy buenas tardes, señor y señorita—inclinó un poco su cuerpo y luego sonrió— Mi nombre es James cómo te llamas linda.

—Me llamo Verónica, pero me llaman Roni— sonrió de una forma tierna.

—Un placer conocerte Roni— la miró.

—El placer es mío James— respondió y miró a su padre —Papi voy a llevarlo a su cuarto.

—Claro hija, aquí los esperamos.

—Si papi— sonrió y se iba a ir, pero se paró —Por cierto, un placer en conocerla Andrea-inclinó un poco su cuerpo y se fue con James.

El Amor hace fuertesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora