Mansión Isabel
—Hija despierta— dijo entrando en la habitación.
—Mama que ocurre déjame un rato más por favor— dijo adormilada.
—Isabel ya sabes que me voy en dos horas y dentro de una hora y media llega tu niñero así que levántate ya— dijo seria —espero no tener que volver— salió de la habitación.
Isabel se levantó a regañadientes de la cama y se fue a la ducha y minutos después salió , se puso un pantalón y una camisa corta y bajo a desayunar.
—Mamá, ¿de verdad te tienes que ir?— la miró triste.
—Isa, ya sabes que sí es un viaje de negocios— sonrió.
—Ya mama, pero sabes que no me gusta estar con gente desconocida— la miró.
—Si ya lo sé, pero no pienso dejarte sola— la miró —la última que lo hice preparaste una fiesta y casi me quedo sin casa.
—Ya bueno, te pedí perdón muchas veces— sonrió.
—Bueno, ya da igual— la miró —Bájame las maletas anda.
—Desayuno y te las bajo vale— sonrió y empezó a desayunar.
Una hora y media después
—Mama ya he bajado las maletas— sonrió triste.
—Isa, no estés triste por favor solo me voy 5 meses— la miró.
—Lo sé, pero son 5 meses que voy a estar con una persona que no conozco de nada— dijo y en ese momento sonó el timbre.
—Hija ve a abrir anda— la miró.
—Voy— sonrió y fue a abrir la puerta —Hola— dijo mirando al chico que estaba en la puerta con una sonrisa.
—Hola, tú debes de ser Isabel— sonrió mirándola.
—Exacto soy Isabel— lo miró —Supongo que tú eres Mark verdad
—Si, yo soy Mark— sonrió —¿puedo pasar?
—Claro perdón pasa— se hizo a un lado para dejarle pasar.
—Hola, Mark soy Ana la madre de Isa— lo miró.
—Encantado señora— sonrió e inclinó un poco su cabeza.
—Isa te enseñará toda la mansión y la habitación donde te quedarás yo ya debo de irme.
—Pero mama todavía es pronto— dijo triste.
—Lo siento pequeña, pero de irme ya— sonrió y beso su frente —Pórtate bien por favor.
—Si madre no se preocupe— dijo triste y vio como su madre se fue en el coche para luego mirar a Mark —acompáñame te enseñaré la mansión y donde dormirás— dijo un poco seca.
—Claro— la miró —oye, ¿te he caído mal?— sonrió.
—Eh no claro que no de momento me caes bien— sonrió —solo que no te conozco mucho y las personas desconocidas me dan un poco de miedo.
—Oh vaya no sabía que era capaz de dar miedo— se acercó a ella.
—Eh que ha-haces— dijo nerviosa y sonrojándose.
—Nada, solo quería comprobar una pequeña cosa— la miró con una sonrisa —bueno, donde está mi habitación.
—Ah bueno está bien— sonrió —si claro vamos— empezó a andar un poco confundida.
Minutos después llegaron a la planta de arriba e Isabel miró a Mark.
—Ahí tienes tu habitación— sonrió —Bueno, yo me voy a la calle hasta luego.
—Lo siento señorita, pero yo voy contigo— la miró.
—Eh y eso porque— lo miró.
—Tu madre me ha contratado para que te cuide así que no puedo dejarte ir sola a ninguna parte.
—Está bien vente no creo que se molesten— sonrió.
—¿quiénes?—la miró.
—Mis amigos, es que he quedado con ellos— lo miró.
—Oh entiendo, entonces vamos— sonrió.
Salieron de la casa, Isabel cerró la puerta y lo miró
—¿Tienes coche?
—No linda, he venido andando— sonrió.
—Vaya eso no me lo esperaba— lo miró —Bueno, yo sí que tengo coche así que vamos.
—Eso está muy bien— sonrió.
Se pudieron a andar en dirección al coche y entraron en este e Isabel empezó a conducir
—Oye Mark, ¿Cuántos años tienes?— sonrió mientras conducía.
—Tengo 22— sonrió —Y tú cuántos años tienes linda.
—Yo 19— sonrió conduciendo —Mira, ya hemos llegado
Isabel aparcó el coche y bajó de este y luego Mark también bajó.
—Oye Isa, ¿Quiénes es este chico?— sonrió.
—Hola, Lía y Leo— los miró —Él es mi niñero, se llama Mark.
—Encantado chicos— sonrió.
—Tu madre se ha vuelto a ir pequeña— sonrió y se acercó para abrazarla.
—Si lindo y esta vez no me ha dejado estar solita— digo triste y correspondo al abrazo.
Mark veía a Isabel abrazando a ese chico y sentía muchos celos
—Perdón interrumpir, pero que vamos a hacer— dijo un poco serio.
—Oh claro, chicos que queréis hacer— digo con una sonrisa y se separó del abrazo.
—Pues Leo y yo debemos de irnos ya es un poco tarde— sonrió mirándolos.
—Está bien Lía nos veremos mañana en clase— sonrió —vayámonos Mark.
—Claro linda, vayámonos ya a casa es tarde— sonrió.
Los dos empezaron a andar y se fueron al coche de Isabel
—Entonces, ¿esos son tus mejores amigos?— dijo entrando en el coche.
—Si, ellos son mis mejores amigos desde que éramos pequeños— sonrió y empezó a conducir.
Una media hora después llegaron a la casa y salieron del coche
—¿Mark, sabes cocinar?— sonrió entrando en la casa.
—Si Isa, eso sí que sé hacer— sonrió y entró también en la casa.
—Perfecto, puedes hacer algo para cenar mientras que me pongo el pijama— sonrió mirándolo.
—Claro linda, aquí te espero— sonrió y empezó a andar a la cocina.
Minutos después Isabel bajo a la cocina vestida con un pijama corto negro y entró en la cocina.
—¿Qué estás cocinando Mark?— digo con una sonrisa.
—He hecho lasaña— sonrió y la miró quedándose embobado —Estás hermosa.
—Oh gracias— sonrió un poco sonrojada y se sentó en la mesa del comedor.
—No hay de que linda lo digo en serio— sonrió y dejo la lasaña en la mesa —come linda— sonrió.
—Oki Mark— sonrió y empezó a comer —Te ha quedado muy bien, está muy rico.
—Gracias linda— sonrió.
Media hora después los dos terminaron de cenar e Isabel ayudó a Mark a limpiar las cosas
—Bueno Mark me iré a dormir mañana tengo clase a las 8:00 y debo descansar un poco.
—Claro bella, vete a dormir— sonrió.
Cada uno se fue a su habitación y minutos después se quedaron dormidos.
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Amistad y Amor
Roman pour AdolescentsUn viaje de sueños y desafíos. El Comienzo de una Nueva Compañía sigue a un grupo de amigos que enfrentan celos, amor y decisiones difíciles. Un Secuestro Inesperado los lanza a una carrera contra el tiempo, transformando su lucha en el Inicio de un...