Capítulo 12

13 0 0
                                    

Marco

No sabía qué hacer.

¿Llamaba a su puerta? ¿Me iba? ¿Esperaba a que ella saliese?

Suspiré, apretándome el puente de la nariz con fuerza. Estaba muy confuso, pero, ¿por qué?

Solo era Rebeca, me recordé. La mejor amiga de mi hermana. Solo eso.

Oh, qué demonios.

Di un pasó hacia delante y llamé. Solo dos toques, despacio, como si temiera que me oyese o algo parecido.

Por Dios. Me sentía un idiota.

Rebeca abrió tras unos segundos que se me hicieron eternos. En el tiempo que había estado en el pasillo dando vueltas, le había dado tiempo a hacerse un moño del que le sobresalían dos mechones muy graciosos.

—Pensaba que nunca ibas a llamar.

—¿Qué? —pregunté, medio atontado. Me había quedado absorto pensando en su pelo y en cómo sería meterle uno de esos mechones detrás de la oreja.

—¿Qué hacías dando vueltas por el pasillo?

Alzó una ceja. Una sonrisa burlona escapó de sus labios, lo que calmó un poco mis nervios.

—¿Te estás riendo de mí?

—No soy yo la que tiene miedo de hablar con el otro.

Pensé que era mentira. Eso no podía ser cierto, sino, me habría mandado algún mensaje en estos cinco días.

Aunque yo tampoco lo había hecho, es verdad. Pero quería. Creo que por eso le insté a Sofía en ir a buscar a Rebeca al hospital. Por eso y porque estaba jodidamente preocupado por ella, de hecho, aún lo estaba.

—¿Vas a pasar o te apetece dar otra vuelta?

Volví a apretarme el puente de la nariz para no decirle alguna barbaridad y entré. Los nervios habían vuelto a hacer acto de presencia.

—Tú dirás.

Me senté en su cama. Ella se quedó de pie, muy cerca de la puerta. Como si quisiera mantener cierta distancia entre nosotros. Eso no me gustó; yo quería tenerla cerca.

—¿Qué te pasa?

Estaba claro que no se esperaba esa pregunta.

—¿Que qué me pasa?

—Sí —chasqueé la lengua—. ¿Estás bien?

Esa segunda pregunta la descolocó aún más si cabía. Jugueteó con sus dedos, nerviosa.

—Perfectamente.

—Rebeca, cielo...

—¿Qué pretendes, Marco? ¿Qué sabes?

Fruncí el ceño. Abrí la boca para volver a preguntarle, pero ella me interrumpió.

—Mira, no sé qué te ha contado Sofía, pero olvídalo. Estoy bien. Yo...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 14, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Jugando con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora