Channel Dagger, la chica de olor a chocolate con vainilla, la deseada chica inglesa de la facultad de derecho y justicia en la universidad de Nueva York. La chica amable, con un vocabulario impresionante y para nada tonta... Ella no sabe nada de él...
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Que te dejen plantado se siente como la mierda, sobre todo cuando ves a la chica que te gusta con otro, sonriendo y abrazándose.
Mis puños estaban tan apretados al salir, que Cole se llevó un buen puñetazo al intentar detenerme en el pasillo.
–¡¿Qué mierda te pasa, idota?! -se quejó cuando mi puño impactó con su pómulo, su piel blanquecina se tornó inmediatamente de un tono rojo, –Estás jodidamente mal de la cabeza.
Tome un par de respiros antes de caer en cuenta de que he golpeado a mi mejor amigo, –Lo siento, Cole.
Él asiente y me tiende la mano para hacer las paces, –¿Por qué esa reacción?
–No ha llegado, la vi con otro chico.
El abre sus ojos impresionado por mis palabras, –Tal vez mal interpretaste la situación.
–Tal vez, pero no estoy para solucionarlo ahora, me largo, nos vemos luego.
Dejo a mi amigo en medio del pasillo y salgo de la universidad, recorro las calles de la ciudad hasta llegar a mi taller de arte, al que también algunas veces llamo mi departamento. no es muy grande, pero es lo suficientemente espacioso para una cama, una pequeña cocina y un baño.
Tiro de la tela que cubre mi nuevo lienzo, aun no consigo saber qué es lo que verdaderamente estoy pintando, pero si se en quien está inspirado.
Quito mi camiseta y me siento en el taburete en frente del lienzo, comienzo a pintar el fondo de un gris que luego mezclo con unos verdes y azules. Me dejo llevar hasta que oigo la puerta sonar, me levanto dejando con cuidado la pintura en la encimera y abro la puerta.
Sus ojos, ahora de un verde bastante claro, me ven con alivio sus delgados brazos me rodean sin emitir un solo saludo antes.
–Lo siento.
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Salgo de la estación de metro y corro dentro de la residencia, hace un rato se largo a llover en la ciudad de Nueva York, las nubes son de un tono gris delicado, tanto que podría decir que son blancas.
