Capítulo 4: "¡Me he mudado!"

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Mudarse es una puta pesadilla

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Mudarse es una puta pesadilla.

¿En qué jodido momento se me pasó por la cabeza esta mierda de idea?

Gruño cargando la última caja para dejarla en el piso de la sala. El apartamento no es tan grande, pero es perfecto para una estudiante; cuenta con una cocina-comedor, un living y dos habitaciones más un baño, es lo justo y necesario.

Killian está en la cocina, intentando hacer funcionar la maldita estufa, ya que al parecer es más vieja que nuestra abuela y tiene una de mañas para encender.

–Tendremos que reemplazarla -se queja y hace la típica mueca de desagrado.

–Podríamos llamar a un profesional que si sepa arreglarlas, ahorramos dinero y conservamos el estilo retro del depa -sonrío ante mi idea, pero me pongo sería ante la negativa de mi hermano. -¡Oh, vamos, Killian! Deja de derrochar tu dinero en cosas nuevas, y entiende que todo tiene una solución, además hay suficiente contaminación por desechos que su vida útil aún no caduca. Hazlo por el planeta, llama a alguien que la arregle.

Mi hermano mayor me mira como si estuviera loca y mágicamente el bichito de la conciencia ecológica me hubiera picado.

–¿Desde cuándo eres tan así?

–Tan así ¿Cómo?

–Tan consciente de la basura y esas mierdas.

–Mamá me hizo ir a una campaña en Birmingham, ya sabes, modelos y esas cosas de diseñadoras, al final del día terminé conociendo a un chico que promovía dejar de utilizar telas nuevas y reutilizar viejos modelos, moda circular dijo que se llamaba. Me dio una charla muy potente sobre la contaminación.

Él asiente y continúa intentando arreglar la maldita estufa, hasta que toma su teléfono y marca el número de su secretaria pidiéndole el número de alguien que sepa de estufas.

Ya para el almuerzo, estaba todo listo y la estufa como nueva. Ahora solo faltaba ordenar todo.

–Me debo ir, tengo que afinar los últimos detalles antes de mi vuelo -me explica y yo asiento, lo despido desde el portal del departamento y luego de cerrar la puerta me pongo de una a organizar mi nuevo hogar.

Al fin, un baño para mí sola.

De cierta manera el estar haciendo cosas mantiene mi mente lejos del pensamiento de él, Hunter, que con su confesión de anoche no me ha dejado pegar un ojo.

¿Por qué los hombres lo complican todo?

Sería más fácil si él hubiera negado aquellos sentimientos, está bien, que yo también siento algo, pero no es lo correcto.

Además, no quiero ser la culpable de hacerlo sufrir, como lo hice cuando estuve con Dimitri, él era un amor conmigo, hasta que yo decidí dármelas de fantasma y desaparecí de su vida.

Beautiful Angel #Fallen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora