Capítulo 8

2.9K 384 37
                                    

Admito que me siento rara con este cambio de look. Levantarme de la cama e ir al baño para prepararme era mi día a día, pero ahora mi cabello por los hombros y ligeramente castaño claro rompía un poco el ambiente de mi monótona rutina.

No me había arrepentido de mi decisión, pero había hecho que recordara por qué me había cortado el pelo y no voy a mentir, todavía me estaba costando un poco hacer como si nada. Es verdad que me lo estaba tomando con otra filosofía; había aceptado el hecho de que la pelinegra se había ido de mi vida y me estaba adaptando. Pero esta semana mi subconsciente había esperado encontrarme a mi vecina en el ascensor, como si todo hubiese sido un mal sueño u obtuviera alguna explicación.

Mi cabeza no tenía un interruptor para apagar mis recuerdos favoritos ni uno en el corazón para quitar mis sentimientos por "la mujer de ojitos lindos".

Sin embargo, las reacciones de mis mejores amigos y mi familia junto con sus halagos diarios me habían hecho sentir un poco más feliz y reconfortante. La palabra que más había escuchado estos días había sido "wow". Al principio había temido que me juzgaran por haber cometido otra locura de las mías, pero finalmente me había sentido aliviada cuando ninguno de ellos había tenido una connotación desagradable, sino todo lo contrario. Tampoco es que quisiera buscar su aprobación, pero más de uno se alegra cuando escucha bonitas palabras sobre los cambios inesperados.

En conclusión, había sentido una montaña rusa llena de emociones, a veces un poco desanimada y otras veces contenta. Sin embargo hoy, nada más levantarme, había sentido que todo estaba siendo diferente y había apostado de que me iba a encontrar mucho mejor cuando finalizara el viaje. De hecho, este era el segundo día de los tres que íbamos a estar y cada vez más me inclinaba en que no me estaba equivocando con mis palabras.

A decir verdad no habíamos hecho nada del otro mundo. Nada más llegar y dejar las cosas en el hotel, Nia se había ido a la galería de arte para organizar su exposición y dejarlo todo listo mientras Winn y yo habíamos ido a dar una vuelta por la zona. Después de varias horas, nuestra mejor amiga se había unido a nosotros y finalmente no habíamos regresado al hotel hasta que se había hecho de noche.

Pero mis mejores amigos tenían razón: era bueno salir de tu zona de confort para despejarse y más si podías viajar para desconectar unos días de National City. Por eso ahora mismo estoy sonriéndole a mi espejo después de ponerme las lentillas. A pesar de que no me gustaba para nada madrugar tanto, la ansiedad de mi pecho había apaciguado bastante y no me había quedado pensando tanto en la pelinegra.

—Nos vamos en media hora, morena —me informó Nia cuando salí del baño.

—De acuerdo, pero seguiré siendo tu rubia favorita —recordé con un guiño mientras dejaba mis gafas encima de la cama.

—¿Te he dicho lo genial que te queda? —me preguntó Winn señalando mi cabello y mi sonrisa se ensanchó—. William ha hecho un buen trabajo.

—La verdad es que sí —afirmé sin dudar.

—Deberíamos haberlo invitado, a él y a su novio. Nos cayeron tan genial. —Nia hizo un puchero.

—La próxima vez será —aseguró mi mejor amigo.

No sabía si era gracioso. Quiero decir, mis nuevos vecinos realmente son agradables y buenas personas. Al día siguiente William se había acercado a mi apartamento junto con Russell para presentármelo y una tarta de manzana para animarme. Me habían pillado pasando el rato con mis mejores amigos, pero habían sido Nia y Winn quienes habían insistido en que se unieran y al final habíamos tenido una tarde maravillosa y divertida todos juntos. Incluso habíamos compartido más momentos después de ese día y mis mejores amigos habían congeniado más con ellos que yo.

Enamorada de una desconocida | SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora