Una chica con un pasado que ocultar desde Fontaine se encuentra manejando asuntos turbios. Tras bambalinas, crea una imagen propia de una aspirante a detective. Esa fachada le permite realizar trabajos inimaginables para la isla de Watatsumi.
Shika...
Heizou actualmente firmaba el reporte sobre el caso que decían veía su conclusión. En la situación actual, su presencia no era muy requerida y el trabajo se había vuelto relativamente mundano.
Deslizaba su pincel con rapidez sin importarle como se vieran las letras de su caligrafía—esperaba comenzar su nuevo caso que prometiera un desafío. Alcanzó su epílogo en el corto documento cuando redactó su nombre al borde de la pagina: Shikanoin Heizou.
Revisó la coherencia de sus palabras y se aseguró de haber adjuntado todos los detalles relevantes. Koujou Sara se había dedicado a reprimirlo antes de que siquiera cometiera un error, así que quería ahorrarse otro regaño innecesario.
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—Aquí el reporte.— informó a su superior mientras le ofrecía una corta reverencia. —Me dispongo a tomar el siguiente caso, si me disculpa...— estaba a punto de excusarse y devolverse a examinar nuevos archivos cuando fue contenido. —Oficial, Justo cuento con un caso urgente que requiere su intelecto.— su superior se estiró hacia un extremo de su escritorio y retiró un pergamino sellado con cera. Como respuesta a sus acciones, Heizou regresó a su anterior posición, a unos pasos, frente al escritorio.
Cuando el documento le fue ofrecido, lo tomó entre las yemas de sus dedos y despegó el sello—sin dañar el contenido interior. —Aniquilación de un campamento militar en Kannazuka...— leyó en voz alta el detective, a lo que su superior asentía con atención. —Eres el indicado para llevar el caso, después de todo la comisión de Tenryou se ve severamente presionada por la Shogun.— concluyó el encargado antes de despedir a Heizou con un ademán, indicándole que podía retirarse.
El detective repasó el caso varias veces hasta memorizarlo al pie de la letra en su cerebro. Habían pocas evidencias debido al tardío descubrimiento del accidente y la autopsia aún no era completada. Sin duda estas noticias causarían un revuelo para los habitantes de la Narukami.
Había algo fuera de lugar sobre el caso, eso le decía su instinto—pero no podía indicar con su dedo exactamente cual era el factor. —¡Doushin Shikanoin!— Saludó Wasui, un colega policial desde su puesto. —Sobre la masacre de Kannazuka...porfavor tenga cuidado.— aconsejó demostrando leve conflicto sobre el tema. —No tienes que mencionarlo. Me encargaré de desenmascarar el misterio y traer la verdad a justicia.— flasheó con gran autoestima el detective mientras reunía sus cosas, dispuesto a emprender el viaje hasta la escena del crimen.
Portando un cuaderno para anotaciones de tamaño portátil, Heizou empezó a anotar datos con mayor importancia que había adquirido; junto con sus respectivas dudas. Considerando la guerra actual, la respuesta al caso demoraría en ser desenterrada.
Lo primero en su agenda sería ir hasta Tenshukaku y pedir una audiencia con las figuras más resaltadas del ejército, quienes, lo proveerían con detalles mejor precisados y un nuevo punto de vista.
—¿Había algo en particular con el escuadrón?— realizó sus últimas incógnitas. El soldado desvió su mirada para estimular la recolección de memorias. —Negativo. No había nada que resaltara.— respondió. —Aunque, de acuerdo con la formación, si no me equivoco formaban el frente.— corrigió de inmediato. —Hm ya veo...— Heizou unió la nueva información para armar su hipótesis. —¿Y no hubo pérdidas en el armamento o robo de suplementos?— —Sorprendentemente no, aunque las armas fueron dañadas más allá de uso.— explicó al mismo tiempo que inspeccionaba su lanza. —Agradezco tu cooperación con el interrogatorio, ya no hay más preguntas.— el detective se inclinó en forma de respeto, dispuesto a retirase.
