Una chica con un pasado que ocultar desde Fontaine se encuentra manejando asuntos turbios. Tras bambalinas, crea una imagen propia de una aspirante a detective. Esa fachada le permite realizar trabajos inimaginables para la isla de Watatsumi.
Shika...
La sangre seca hedía por doquier, agobiando las fosas nasales del oficial en medio de investigación. El ensombrecido lugar por la muerte parecía estar aislado del resto de la playa. El saturado escarlata se privaba de emoción, creciendo a un deprimente borgoña.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Heizou juntó sus manos e hizo tres reverencia por última vez. Las pertenencias dejadas atrás por los soldados asesinados fueron enterradas en lugar de sus cuerpos, aquellos disueltos a polvo. Recitó un breve discurso para llenar de paz a las almas; prosiguió a limpiar sus manos de las partículas restantes de polvo y examinar el área.
No habían señales de resistencia, pero se presentaban marcas de haber arrastrado objetos por el piso. —El informe resaltaba malestar digestivo, el perpetrador habrá usado veneno para debilitar al grupo.— se dijo a sí mismo para crear conexiones entre las pistas.
El detective recurrió a su libreta nuevamente para corroborar sus previas anotaciones. "Cortes en el abdomen: gran profundidad, zona vital." Aquella oración escrita con descuido y rapidez sustentaba la teoría que como rompecabezas armaba.
Contaba con sólidas pistas, un par de testificaciones, excavaciones de información y una última evidencia seria capaz de cerrar el caso. Había terminado con su sesión de fotos mental sobre lo más relevante para sus ojos. Por consecuencia, decidió confirmar que todo el armamento efectivamente carecía de un propósito.
Placas de metal en mal estado y trozos de madera descompuestos rechinaban bajo el tacto de Heizou—quien las amontonaba y separaba en busca de algo útil. A punto de darse por vencido y concluir la búsqueda tempranamente, su ojo se vio vislumbrado por un reflejo en acero.
Al acercarse descubrió la cabeza de una lanza cubierta bajo la arena. "Numero de serie Kon-11C7" se leía a duras penas en el engrabado. El código de campamento ajeno al actual, pero sin más de posición cercana. Al examinar el área del hallazgo con mayor atención, divisó un rastro que lo llevó hasta un rincón de una choza de albergue, donde encontraría una medalla del uniforme militar suelta.
Doushin Shikanoin anotó su dúo de nuevos descubriéndoselo uno tras otro en la libreta que previamente había dispuesto. Tenía un mal presentimiento aún estando tan cerca de la verdad.
(...)
—¡Wasui no te creo!— exclamabas llevando tu mano hacia tu boca en asombro. —Quien hubiera pensado que unos caninos les darían tanto problema~.— El hombre rió rascando su mejilla mientras acomodaba los documentos del caso que recién te explicaba para devolverlos a donde pertenecían.
El oficial Wasui no es el más listo pero si humilde y confiable. En caso de ahogarte bajo sospecha, podrías manipular sus cuerdas y pagar por tus platos rotos. Talvez; esperabas no necesitar llegar a eso.
—...y así es el criterio con el que descubres las pistas sobre un caso.— concluyó su sermón que en definitiva otorgaste cada célula en atención.
