Capítulo 4

6.4K 1K 1.1K
                                    

*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 4. Un refugio

Cuando los primeros rayos asomaron bajo la persiana, acariciando dulcemente el suelo con tonos dorados, Taehyung sintió que era insólito despertar tan pacíficamente. La previa mañana había sido muy distinta, descubriendo que estaba solo, y en un espacio ajeno al de palacio. Pero ese día, apreció el sonido de los pájaros piando en los árboles cercanos al edificio, y el murmullo de los coches transitando la calle.

Bostezó, y estiró los brazos, percibiendo a Jungkook tras su espalda, profundamente dormido y sumido en el sueño. Taehyung se volteó lentamente para observarle con detenimiento, con una curiosidad pasmosa, como si nunca antes se hubiera permitido hacerlo.

Sus párpados cerrados mostraban una fina capa de pestañas oscuras. Una cascada de cabello negro y revuelto sobre su frente, y un gesto de paz insondable. El moroi pasó un brazo sobre su cintura y apoyó su mejilla en su pecho, escuchando los rítmicos latidos característicos de dhampir y humanos. El olor de Jungkook era algo que siempre le había llamado la atención, desde que apenas era un niño. La forma de sus pómulos triangulares, y la nuez en su garganta donde su pulso latía. Su piel cremosa era como la seda moroi que se trabajaban en los telares de Bucheon, y sus labios, se veían tan rosados como el almíbar de fresa.

Jungkook estaba vivo, era genuinamente cálido, y provocaba que sus instintos vampíricos presionasen en sus encías hasta pinchar sus propios labios, por tenerle tan cerca. Tuvo el reprimido anhelo de mordisquearle, y no por herir a algo tan preciado, si no por lo bonito que era. Le soltó y se levantó removiéndose de su lado con un rubor. Junto a lo del día previo, era la primera vez que sus sentimientos se mezclaban con impulsos físicos, como el deseo. Jamás había experimentado una atracción romántica hacia Jungkook seguida de ese tipo de instintos básicos, y Taehyung supuso que así funcionaban sus instintos por alguien a quien incluso sus sentidos amaban.

«¿No era curiosa la forma en la que se enlazaban todos sus instintos, despertando su apetito?».

El moroi salió del dormitorio con aspecto somnoliento y encontró a Yoongi en la cocina, vestido con uniforme amarillo, y un café y periódico en la mano.

—Buenos días —le saludó adormilado.

—Qué madrugador —dijo Yoongi, soltando su taza—, buenos días. ¿Quieres café?

—Huh, no me gustan los sabores fuertes —declaró Taehyung—. ¿Podrías escribirme una receta que quieras comer?

Yoongi le miró con un parpadeo.

—Nunca he cocinado algo, ¿qué te parece si hoy te preparamos el almuerzo a ti? —le sugirió Taehyung con amabilidad.

El humano se mostró algo perplejo al principio, pero terminó escribiéndole una lista sencilla sobre los ingredientes para una barbacoa coreana en una hoja.

—Los encontraréis en el supermercado que hay aquí al lado —dijo, marchándose por la puerta—, podéis usar la cocina, pero nada de incendiarme el apartamento, que aún estoy viviendo de alquiler.

—Sí, sí —le aseguró el moroi dulcemente—. ¡Ten un buen día!

Jungkook se levantó con aspecto amodorrado, y se asomó al pasillo.

—¿Qué pasa...?

—¡Hagamos barbacoa coreana! —soltó Taehyung animadamente—. Vamos al supermercado juntos, ¿sí?

Tik Tak Tear [Vol. 2] ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora