Capítulo 14

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Capítulo 14. Dulces compatibilidades

*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Taehyung entró en el interior del dormitorio donde se encontraba durmiendo Jungkook. Mientras el atardecer se asomaba tras las cortinas, dejó un montón de ropa recién lavada y doblada sobre la pequeña mesa, pensando en lo amable que Cecil había sido con ellos al encargarse de esas pequeñas cosas.

Él acababa de ducharse, y anudó uno de los batines de satén que le habían prestado para estar cómodo, sobre el pantalón de pijama que llevaba puesto. Aún tenía el cabello húmedo cuando se quedó mirando a Jungkook. El dhampir estaba durmiendo como un bebé, tanto que, Taehyung dedujo con precisión que no debía haber dormido casi nada en los últimos días. Se aproximó a él, clavando las rodillas en su futón, y se dejó caer cuidadosamente a uno de sus lados, mirándole de cerca durante unos minutos.

Durante unos instantes, deseó esconder a Jungkook en una cajita de cristal para que el mundo no pudiera lastimarle. Se preguntó cómo podía ser tan letal en algunos aspectos, mientras que su rostro se mostraba más redondeado durmiendo. Sus pestañas eran gruesas y oscuras, delineando el borde de sus párpados cerrados. Su mandíbula relajada parecía menos cuadrada. Sus pómulos y mejillas no tan afilados. Y así, como un gatito sin garras, Taehyung fue a parar en la incesante inquietud que surgió en su interior, pensando en lo que Seokjin le había contado sobre aquella comunidad de renegados.

Él se arrastró un poco más cerca de su lado, deseando no despertarle, pero sin poder evitar extender unos dedos. Apartó los mechones de flequillo de los ojos de Jungkook con adoración, percibiendo el calor que emanaba de él como un aura acogedora. Pensó en lo mucho que deseaba besar sus mejillas, y acurrucarse junto a él, dejando al mundo externo fuera.

Contra todo pronóstico, su compañero se despertó perezosamente, sintiendo el leve tirón de su vínculo latente en su pecho. Su empatía psíquica era peor que una montaña rusa.

—¿Te desperté? —preguntó el moroi—. Mhmn, creo que es mejor así. No podrás dormir por la noche, si sigues durmiendo.

Jungkook sonrió adormilado, se dio la vuelta extendiendo los brazos, y mirando al techo.

—¿Qué hora es...? —preguntó con voz rasposa.

—No lo sé —murmuró el moroi—. Pero está atardeciendo. El cielo está anaranjado, y Cecil me dijo que las temperaturas bajarían durante los próximos días.

El azabache giró la cabeza sobre la almohada, observando a su compañero. Sus ojos se encontraron con los del otro, más alargados y claros, apoyándose con los codos en el borde del futón como un niño.

—Es extraño dormir aquí.

—Sí... estamos lejos de Busan... —argumentó el moroi—. Pero me siento seguro entre licántropos. Suena irónico, ¿verdad?

Jungkook soltó una risita ronca, entrecerrando los ojos perezosamente.

—Me refería al futón, bobo —le llamó en voz baja.

—Huh, sigo prefiriendo los colchones tradicionales —añadió Taehyung ingenuamente—. Son más convenientes.

—Ah, ¿sí? —Jungkook levantó el resguardo de su edredón, y extendió una mano con la que agarró su muñeca para exigirle su compañía—. Ven.

Tik Tak Tear [Vol. 2] ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora