Capítulo 28

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*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 28. No entres Dócilmente

«No entres dócilmente en esa buena noche,

La vejez debería delirar y arder cuando se acaba el día.

Rabia, rabia contra la luz que se marchita.

Aunque el sabio cerca del fin a la tiniebla no haga reproche,

Dado que su verbo ningún rayo ha confiado vigor,

No entra dócilmente en esa buena noche.

Rabia, rabia contra la luz que se esconde».

Poema de Dylan Thomas.


—Yoongi me dijo que había algo importante que debía contarme —comentó Jungkook al lado de la moroi de cabello claro—. No sabía si preguntarle...

Freyja le miró de soslayo, mientras el grupo caminaba siguiendo la orientación del mapa del ministerio. Habían descendido un total de tres plantas, sin toparse con ningún superviviente o cuerpo sin vida. Jimin supuso que debían estar más abajo, pasando la zona de cuarteles, e incluso en la planta de las mazmorras.

—Tal vez estuviera exagerando —suspiró el pelinegro ante el silencio de su compañera, posando sus pupilas sobre la puntera de sus botas mientras andaban.

—¿Yoongi te dijo eso? —dudó Freyja con serenidad, sintiendo un temblor en sus pálpitos.

«Ese condenado humano debía haberle visto con Seokjin», supuso la moroi, mordiéndose el interior de la boca.

—Si se trata del dinero que me prestó, se lo devolveré todo en unos meses —agregó Jungkook adelantándose—, se lo prometo.

—No es por el dinero —intervino ella con voz grave.

Jungkook le miró de medio lado, teniendo sus dudas al respecto. Sin embargo, Freyja pronunció algo que le dejó desconcertado.

—¿Sabes? Cuando llegué a Revenant, todos los días recogía flores de Tigridia, menos el uno de septiembre —exhaló con melancolía—. Me sentía cobarde ese día. Me sentía... encogida...

Freyja posó sus ojos grises por el chico.

—Y me preguntaba si jamás te conocería.

Jungkook detuvo sus pasos, sintiendo como una punzada atravesaba su pecho y electrificaba su espina dorsal. Perdió el aliento durante unos segundos, enfrentándose a la moroi.

—¿A mí? —formuló en voz baja, en un gran desconcierto.

—Eres igual que tu padre, Jungkook —confesó Freyja con pesar, y los ojos llenos de lágrimas—. Aunque él lo pronunciaba como Jeongguk... y la única vez en la que me dejaron verte... pensé que eras un bebé tan precioso...

Jungkook sintió como se detuvo su corazón y Freyja observó su semblante. Sus ojos abiertos y su rostro neutral, donde el joven retuvo una y mil emociones inconexas, ambiguas y confundidas.

Tik Tak Tear [Vol. 2] ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora