CAPITULO 18•

3 5 0
                                    


¿El peor día de tu vida como puede llegar hacer también parte del mejor? Con solo ver esos ojos marrones, con solo el hablar e incluso hasta por su sonrisa.

Ese chico abrió sus ojos, tenía ganas de vivir este ojimarron, este chico que de verdad amo.

En Venezuela no sabía que era el amor, solo el de mamá y papá, el amor de familia, no tenía idea de que era un amor, en específico un amor de romance, en dónde se puede sufrir dónde lloras e intentas acabar con la vida, dónde no comes, dónde puedes llegar a tener depresión, dónde pueden ser infiel. El amor es para todo aquel que sepa apreciarlo.

André lo quize pero realmente no me enamore de él, si fue mi primer novio pero no pensé que el fuera a estar tan mal o almenos pienso, no siento que su disculpa haya sido por voluntad propia, unas disculpas baratas podrían causar que el castaño no abriese sus ojos nunca más y que solo un milagro podría llegar y salvar su vida.

Ahora Maikol, a el siento que lo amo, siento que no podría vivir sin el.

Desde la primera vez que lo ví sentí que el no era el chico que aparenta ser o pongamos que, un poco, solo un poco. Maikol un chico tan estúpidamente atractivo era tan amargado esa sonrisa tan jodidamente perfecta o esos ojos color marrón y ese cabello castaño que lo define muy bien.

Un mes después de que maikol abriera sus ojos, un mes el cual fue de felicidad, después de unos largos meses llenos de dolor, miedo y lágrimas.

El está bien, hemos compartido momentos lindo, como amigos, no a pasado nada más que solo una amistad un abrazo un apretón de cachetes y mucho menos podría faltar un insulto o un susurro el cual decía *se mucho más cosas de ti  el cual ni tu conoces* Esas palabras están en mi mente día y noche.

Ya porfin voy a patinar el me acompaña una que otras veces.

Después de mucho tiempo me siento bien, siento que todo funciona bien y espero no estar equivocada.

Solo falta poco para poder salir del instituto e inscribirme en la universidad, estoy muy feliz porque me graduare y todo será tan jodidamente increíble o quiero suponer eso.

Estamos en casa de Maikol ya que volvieron los negocios y los viajes, algunas veces nos quedamos en casa de maikol y otras en casa de mis padres.

En esta oportunidad estoy en la casa de maikol estoy en la cocina ya que vine por unos jugos  y algo para comer, estaba leyendo un libro y me dió hambre.

Pero al asomarme por la ventanilla de la puerta que dirije a la piscina pude sentir como un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver ese cuerpo tan jodidamente definido a demás de  perfecto acostado en la tumbona de la piscina, elimine todos esos malos pensamientos y solo se me vino a mi mente asustarlo ya que tenía unas gafas de sol y se encontraba dormido.

Me acerco poco a poco al llegar a dónde se encontraba pegue un grito, el salto, joder tenían que haberle visto la cara.

–¿Pero que coño te pasa?-dice fruciendo el ceño-

Para mí es inevitable soltar una carcajada y el me da una mirada fulminante, esa mirada que intenta dar para intimidar o algo así, yo suspiro mientras intento  aguantar la risa al solo recordar cómo pego ese brinco, cada que se me venía a la mente era inevitable reír

–Lo siento, solo quería jugar un poco.-le digo soltando un chillido por la risa que estoy reteniendo-

–¿Asi que te causa gracia?-pregunta con aire divertido-¿Quieres jugar entonces?-me dice en tono burlón. Se acerca a mi y me hace sonrojar e incluso ponerme nerviosa al instante. Cada vez más se ponía intenso el momento, el se acercaba   más a mí, hasta agarrarme por los brazo y con su otra mano agarrar mi cintura-¿Quieres jugar entonces?-dice repitiendo y acercándose a mi. Yo no hago nada por evitar el contacto con el y sigo en un sumo silencio.

YO NO LE HE CONFESADO LO QUE SIENTO POR EL Y MUCHO MENOS DECIRLE EL TE AMO QUE SOLIA SALIR DE MI BOCA CUANDO ESTABA DORMIDO–pense como si lo estuviera gritando-ESTO NO ESTA BIEN.

Acerca cada vez más su boca, mi respiración está totalmente agitada.

El rosa mis labios y a lo que intento seguir el beso a profundidad el se aparta

–Hay tienes tu jueguito Querales-me dijo alejándose de ese lugar y sentarse dónde estaba hace un rato-

Yo suelto la respiración que estaba reteniendo hace un instante.

–Eres tan jodidamente idiota Maikol, realmente no se cómo no te odio-le digo riendo acordadome de lo sucedido hace un rato y el brinco que pego.

Mi vida es un desastre. Libro I. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora