CAPITULO 8•

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Terminamos de cenar, Alejandro se va  con unos amigos a una fiesta el si a hecho muchos amigos y amigas.

Papá está hablando con este señor y yo me levanto y los interrumpo.

–Papa, disculpa ¿Me puedo ir a mi cuarto?-este  me mira y asiente-

–Claro, ve- a lo que me doy la vuelta mi papá me llama-Roxy, ve con maikol así hablan y se ponen al día -yo me volteo y le doy una risa falsa-

–Claro ven-digo con sarcasmo -

Por dios.

Estamos en el cuarto y el no dice nada y de igual manera yo tampoco se siente muy incómodo el silencio hasta que el lo rompe.

–Bien, que porquería es la vida-dice poniendo sus manos en la cabeza-

–¿Por eso es que me odias? ¿Acaso te acordabas de mi?-le digo fruciendo el ceño-

El no dice nada y suspira

–No, ni por la mente me pasaba que la chica que llega casi dormida a clases era como mi hermana, bueno eso lo dicen mis padre-bufa- porque para mí eres una idiota-me dice soltando una risa sarcástica-

–Bien, creo que lo mejor es que nos llevemos bien, sería lo correcto, nos veremos en clase y una que otra ocasión ya sea en mi casa o en la tuya- sería lo correcto, el se a portado muy malo conmigo y realmente yo no le hecho nada, si el dice que no me conoce ¿Porque tendría que portarse así de esa manera?-

–No te comportes como una niñata, Querales.

–Roxy-corrijo-

–Bien Querales, hare un pequeño esfuerzo por llevarnos bien-bufa-

–Mucho gusto Maikol-le digo extendiendo mi mano-

–Realmente no puedo decir lo mismo, pero digo lo mismo que tu Querales.

Estuvimos hablando y que raro parece bipolar, hace un momento estaba de idiota y ahora hasta se ríe a carcajadas por las tonterías que digo.
 

Mi vida es un desastre. Libro I. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora