CAPITULO 16•

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4 de octubre

Ya mi mamá sabe que iré a ver a Maikol le dije que no hará nada por impedirlo y ella solo acepto que fuera.

Hice un pastel pequeño y se lo quiero llevar, el pastel es de chocolate y ya lo puse en una caja, estoy a punto de irme cuando mamá dice que me acompañará y que no aceptará un no por respuesta, joder que mujer más terca, solo le di una sonrisa de boca cerrada y asentí.

Rato más tarde mi mamá estaciona el auto yo me bajo y al llegar a su habitación le digo que quiero estar un momento a solas con el, ella no dice nada y se va a sentar en la sala de espera.

Yo al entrar pude ver cómo seguía de igual como cuando  lo ví por última vez.

–Hey hola, hoy no quiero llorar-le digo teniendo un nudo en la garganta -porque hoy es tu cumpleaños y quiero estar bien por ti, mira, te traje un pastel. Mierda el no puede mirarme-susurro por lo bajo-bueno se que no me puedes ver pero me estas escuchando y bueno, ya dos meses que estás así, dos malditos meses que no me miras a los ojos y me dices cualquier insulto-le digo limpiando mis lágrimas que salían sin tener que forzar para que salgan-lo-lo siento pero es inevitable -le digo murmurando-bueno se que no puedes comer pastel, pero igual te lo traje, está rico bueno lo hice yo- me río-

Escucho un sonido el cual viene de la puerta veo que entra mamá y los papás de maikol

Estos me dan una sonrisa de boca cerrada y yo se las devuelvo

–Le quise traer este pastel a maikol se que no podrá comerlo pero solo...-y no termino porque mi mamá me abraza y lloro una vez más.

(...)

3 meses después...

Ya Dan tuvo que irse unos días antes de que ocurriera lo de Maikol y cada que llamamos maldice el día que se vino y por no estar aquí.

Estoy en mi cuarto no salgo, almenos  que sea solo para ir al colegio y venir a casa ya no e ido más a ver a Maikol porque  mamá no me lo permite.

Escucho qué mi mamá entra al cuarto.

–Hija te tengo que decir algo no te vayas alteras y vayas hacer las cosas más complicadas ya an pasado 5 meses de que maikol no despierta y su madre me acaba de llamar y decir que lo van a desconectar.

Sentí como mi corazón se partía aún más sentí que mi mundo se venía abajo por completo

–¿Que? ¿No, no puede ser? Tengo que ir-me pongo lo que puedo y mamá me agarra.

-Trata de calmarte no puedes ir así.

–¿Mama como quieres que este? ¿Que pasa por tu mente mamá? Me estoy enamorando de él, el no se puede ir, el no me puede dejar-le digo y es completamente cierto me estaba enamorando de él, no se puede ir y ellos no lo pueden desconectar.

–Aveces la mejor muestra de amor es dejar ir y el tiene que descansar en paz, ya cinco meses que no despierta.

Yo no respondo y termino de vestirme no se lo que me puse ni pensé en ver y escojer lo que me iba a poner me monto en el auto y puedo ver cómo Alejandro, Daniela y mamá se montan después de mi.

Al llegar yo me bajo y corro no le digo a nadie que pasaré al cuarto a lo que entró puedo ver cómo están los doctores y los papás de el llorando

–¿Que mierda están haciendo? ¿Acaso no dieron un puto año como para desconectarlo en 5 meses?-mamá viene atrás de mi y me agarra-

–Es una decisión que sus padres ya tomaron -me dice en un tono suave y silencioso-

–No mamá, noo acaso ¿No quieren a Maikol? No pueden permitir eso-le digo gritando y llorando sin parar-

No lo podían desconectar, era injusto, pero se que no podía hacer nada al respecto. Sus padres quien decidieron que hacer, ellos tomaron esa decisión, no puedo hacer nada y odio eso, odio no poder hacer absolutamente nada.

–Porfavor puedo estar a solas un momento con el aunque sea una última vez.-no era una pregunta-

Ellos no dicen nada y salen mamá me da un beso en la mejilla y sale yo me acerco a el.

–¿Porque no despiertas? tengo que confesarte que me estoy enamorando de ti, ¿Y tu te vas? Y me vas a dejar sola, no puede ser, no me puedes dejar-pongo mi rostro es sus manos y lloro como una niña chiquita -no me dejes-solloze-porfavor no lo hagas, te necesito a mi lado, bien, permite que pueda ver esos ojos una vez más, se que me estás escuchando, oye porfavor mírame abre los ojos.

Pasa un rato.

–Creo que ya es hora de que me vaya, quiero que sepas que siempre tuve esperanzas de que tus ojos me mirarán una vez más o que tu voz ronca me hablara una vez más, pero ya mi vida no valdrá nada, realmente nunca valio. Adiós para siempre maikol-le doy un beso corto es sus labios y al abrir la puerta me quedé parada allí para mirarlo una vez, para grabar si rostro en mi memoria por siempre-adios, adiós para siempre Maikol.

Mi vida es un desastre. Libro I. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora