CAPITULO 31•

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Me encontraba exhausta, necesitaba una pastilla para el dolor de cabeza al abrir mis ojos lentamente pude ver a María y a Angeles y a Roxana junto a un lado de mi.

¿Que a pasado, ¿Dani y Sami?

Sali del cuarto y pude ver la puerta de la habitación de al lado entre abierta al mirar po el pequeño espacio que estaba allí los ví, sin ropa, con una sábana cubriéndole sus cuerpos y su ropa tirada en el suelo.

Rei para mí misma y entre nuevamente al cuarto donde se encontraban las chicas despiertas y acariciando su cabeza seguramente de dolor, murmuraban entre ellas y se quejaban del dolor les di una sonrisa de boca cerrada mire mi telefono y eras las 2 de la tarde.

Tome un baño y cuando salí cada una hicieron lo mismo pero al salir del baño veo a Dani vestida y bañada le guiñe el ojo y reímos.

-¿Y Sami-pregunte y se sonrojo-

-Se a ido.

Yo asentí y volvimos a reír pero está vez todas se unieron a la risa.

Angeles se despidió de nosotras mientras que Roxana hizo lo mismo y María, quedamos Dani y yo, así que decidimos pedir comida a domicilio ya que no teníamos ánimos de nada.

(...)

Ya eran 21 de junio joder como pasa el tiempo era el cumpleaños de María una fiesta más y una emborrachada más.

A mí mente vino Maikol y mi ceño se frunció y trate de sacarlo de mi cabeza almenos por hoy.

Se hizo de noche la fiesta estaban animada bailamos disfrutamos como nunca el mismo grupito de ese día en mi casa.

Se suponía que Sami y Dani estaba juntos porque no dejaban de besarse sin importar que estuvieramos todos presente.

Joder dónde quedo la Daniela tímida, a desaparecido rei para mí misma

La noche surgía bien Dan con Roxana, Angeles con su novio Ricardo, que por cierto me cayo súper bien, Maria con su novio, todos con parejas y la única sola acá era yo a mi mente volvió Maikol y me imaginé el aquí conmigo, pero esos pensamientos se esfumaron cuando una voz dulce llamo mi atención al voltear pude ver y era una persona vestida de blanco y no pude distinguir su cara el camino estaba llenos de rosas ya no se escucha música era un lugar completamente conocido para mí.

Pongo en contexto, por mi casa hay un lugar donde solo hay árboles y plantas y un lago grandísimo, en ese lugar arboleado nos encontramos.

-Ve y lucha por el, el te quiere Querales-senti una corriente por todo mi cuerpo cuando una voz llamo mi atención y todo volvió a la normalidad mi respiración estaba agotada mi mente asimilando lo que acaba de pasar ¿Quien era, porque me dijo querales? Y lo más curioso es ¿porque pensé en el?

Maikeli me saco de mis pensamientos

-¿Todo bien?-me dijo amablemente -

Yo asentí y le devolví la sonrisa no se lo que había ocurrido, a un no podía entender muchas cosas, pero solo trate de olvidar aquel momento y disfrutar con Maikeli.

De regalo le di un reloj, una camisa que ella deseaba desde hace mucho y unos vaqueros anchos.

Rato más tarde ya me encontraba en mi casa acostada en mi cama cuando ya me estaba quedando dormida escuché esa voz nuevamente.

-Ve y lucha por el Querales el te quiere-susurraba.

Abrí mis ojos una vez más mi corazón se quería salir.

-JODER ¿QUE MIERDA ESTA PASANDO?-grite ya cansada-

Dani se paró de un susto y me preguntó que que me pasaba a lo que le contesté que solo fue una pesadilla.

Y me volví a dormir

A la mañana siguiente un toque en la puerta me levanta camine haciéndome una cola alta y limpiando mis ojos al abrir veo a Sami parado en el marco de la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

-Adelante dije, tuve una noche pesada -comente-

-¿Si y eso?-pregunto-

-No es nada solo no es mi mejor noche-menti y el meri entre cerrando los ojos -

-¿Y Dani?

Yo solté una carcajada.

-¿Te gusta Dani?-pregunte-

El bajo la cabeza y se le podía notar alegua que se moría por ella le gustaba y no lo aceptaba por lo menos a mi.

-Traje desayuno-dijo dándome la bolsa su semblante cambio y mire por el rabillo del ojo a qué miraba y pude ver a Dani mirándonos sin ningún descaro.

-Hey hola sami-dice está-

y ya nadie se dispuso hablar El le devuelve el saludo y yo rompo el silencio.

-Mira aquí te trajeron desayuno-ella se sonroja y agarra este de mi agarre sacando la comida

Dije que me iba a tomar una ducha y me fui a mi cuarto me di una ducha larga y salí me puse unos vaqueros cortos con una chamarra hacía frío y quería estar a temperatura normal.

Una notificación se hace presente en la pantalla de mi teléfono y lo agarro.

-Hola, se que no me quieres ver ni hablar pero te extraño.

Era Maikol.

Tire el teléfono y lo deje en visto me vesti y salí a dar una vuelta ya que había arrendado un auto para poder moverme con facilidad aquí en Venezuela y se me hiciera más fácil todo.

Mi vida es un desastre. Libro I. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora