CAPITULO 21•

6 5 0
                                    

Presente.

ROXY QUERALES.

Aún estoy en casa de Maikol tengo varios días aquí ya que mis papás y los de el estás haciendo un negocio muy importante y se llevan a mamá Carmen para que les cocine y  cuide a Daniela.

Tengo dos días que nisiquiera hago el intento de encontrarme con Maikol, creo que el no siente lo mismo por mi y solo necesito alejarlo de mi y sacarme a ese chico de mi cabeza de una vez por toda.

Nisiquiera puedo preguntarme porque le hice esa pregunta, no debi realmente, fui tan ingenua al pensar que el me quería o tenía el mismo aprecio por mi.

Solo recuerdo los 5 meses que estuvo en coma quizás, lo logré entender ya que el estuvo inconsciente y yo fui la que estuve allí fui yo solamente quien estuvo allí, ¿Porque se enamoraría mío si el nisiquiera estaba consciente cuando yo me enamore de él?

Es muy tarde son como las 11 de la noche, estoy acostada en mi cama terminando de leer el libro que estába escribiendo Angeles una de mis mejores amigas, al cerrar el libro "EL Y YO" Esa historia es súper buena de verdad que está cada vez más interesante aún. Por cierto debería enviarle un mensaje

Hola Angeles. 11:05pm

Hola Dai, ¿Cómo estas?. 11:07pm

Super bien ¿Y tu?. 11:08

Bien, me alegro por ti bb. 11:08

Gracias mi reina bueno te dejo iré por un té, besos tqm♥️ 11:10

Igual bb, te quiero mas 11:11

Me voy a la cocina por un té y escucho un ruido muy fuerte en la cochera que dirige la puerta de entrada, al asomarme por la puerta lo pude ver allí golpeando la pared  y con una botella en su mano probablemente de bocka.

¿Que?

¿Que le sucede?

¿Voy?

Mi mente calculando cada momento que pasa  y preguntándome  que hacer en ese instante.

–¿Oye estás bien?-le digo acercándome hasta donde el se encuentra-

El miedo me estaba consumiendo así que deje de caminar en dirección donde estaba el y solo me quedé allí parada, el nisiquiera volteo a verme y se recosto sobre la pared que hace unos segundos  golpeaba.

–Quiero estar solo-murmuro-

Yo no le respondí y me acerque lentamente.

–Puedes decirme lo que te sucede, no huyas a lo que tengas por decir -le digo tratando de ayudar, almenos eso creo-

–No estoy huyendo a nada, maldita sea me arruinaste la vida, bueno si, si huyó, huyo de ti tu me haces-hace una pausa-me haces mal, ¿Porque volviste a parecer en mi vida arruinarla una vez más?

¿Que?

¿Una vez más?

Ya va no entendí estoy un poco impactada mi boca hizo una "O" y me cubrí mis manos.

–¿Una vez más?-le digo-¿De que mierdas hablas? Cada vez te entiendo menos.

–Solo olvídalo y alejate de mi.

Yo decidí no decir nada y irme a mi habitación.

Mi cabeza dolía un pensamiento quería acercarse a mi mente pero no sabría cuál era, no podía descifrar que era eso que me hacia que mi cabeza se sintiera al borde de un colapso.

Me había quedado dormida y al despertar el sol  que yacía por mi ventana iba directo a mi cara, me levanté con el corazón a mil por horas, había tenido una pesadilla, con este chico que recuerdo cuando éramos niños estaba enamorado de mi éramos inseparables, luego ya no se que paso con el, el me confesó que le gusta y yo le dije que éramos muy niños, pero no sé, no recuerdo muy bien su rostro, nisiquiera se de qué familia era.

No sé porque esto me tiene que pasar ahora, porque esto me tiene que pasar justo a hora.

Trate de calmarme e ir al baño y darme una ducha larga con abundante agua fría.

Me  puse un shorts con una chamarra, unos tenis negros y una cola alta, baje a desayunar y al entrar a la cocina lo ví allí sentado.

Nos miramos fijamente y me quedé allí sin poder hacer nada, en sus manos tenía unas vendas, de seguro de los puñetazos que le dió a la pared la noche anterior.

Quite mi mirada rápidamente.

–Bu-buenos dias-tartamudie-

El no contesto y solo suspire, abrí la nevera para agarrar algo para comer ya que mi estómago rugía del hambre.

No me iba a quedar allí a comer con el, asi que después de preparar mi desayuno tendría que pasar por un lado de el y cuando pase por allí el me jalo que hizo que soltará un chillido puse mi plato de frutas en la mesa y el iba hablar y lo interrumpí.

–Mira Maikol, lo mejor que podemos hacer es mantener distancia, tu me pediste que me alejara o no recuerdas-lagrimas casi salen pero solo di un paso hacia atrás agarre las frutas  y me fui a mi habitación el me llamo varias veces pero solo no le preste atención-

Cómo me puede pedir la noche anterior que me aleje y de la nada volver a querer seguir con el hoy si mañana no, nisiquiera logro entender a ese idiota.

Mi vida es un desastre. Libro I. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora