Capítulo 4.

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Takemichi.

Luego de clases me alejé sigilosamente de mi "grupo de amigos" y corrí a mi encuentro con Tachibana, ella tenía un rostro preocupado y había estado llorando, sus ojos estaban horriblemente inflamados

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Luego de clases me alejé sigilosamente de mi "grupo de amigos" y corrí a mi encuentro con Tachibana, ella tenía un rostro preocupado y había estado llorando, sus ojos estaban horriblemente inflamados.

— ¿Donde empezamos?

— En casa de sus padres.

Dejé que me guiará, no pensé que fuera a conocer la casa de Takemichi en una situación así. Una parte de mí rezaba porque estuviera ahí, entre las sábanas, lo suficientemente enfermo como para no querer asistir a clases durante tres días, la otra parte se sentía ansiosa, como si hubiera un mañ presagio en todo esto.

Tachibana conducía la bicicleta y yo me absorbía en pensamientos mientras miraba la costa, el sol comenzaba a ocultarse dejando ver un paisaje calmado y adorable.

"Me gustaría traer a Takemichi a un mirador."

Al cabo de unos veinte minutos llegamos a la puerta del hogar de Takemichi, pude sentir que alguien nos miraba desde el segundo piso y si no me equivoco incluso las cortinas parecieron moverse, pero no pude ver de que se trataba y al cabo de cinco minutos tocando, cuándo nos quisimos dar por vencidos, nos abrió una señora.

Era pequeña y regordeta, su cabello negro atado en una bajita cola de caballo, profundos ojos marrones, usaba ropa negra y parecía no haber dormido en absoluto.

— Hina, lamento no haberte avisado. - es el padre de Takemichi, un tipo alto de cabellos negro y grandes ojos azules que oculta bajo inmensas gafas de pasta gruesa. El señor venía saliendo de la cocina con un vaso con agua entre sus manos el cuál le entregó a su esposa.

— ¿avisarme sobre qué?.

Tachibana y yo compartimos una mirada de angustia.

El hombre suspiró y nos indicó que tomáramos asiento lo cuál hicimos con los nervios a flor de piel.

— Takemichi murió.

Hinata tragó grueso y abrió los ojos como si se tratará de un buho.
Yo solo sentí como si me estuvieran asfixiando y el pecho se me comprimiera.

"Esto no puede ser real."

"

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