𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 || ᴋɴʏ

𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗠𝗢𝗡𝗜𝗢𝗦

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N/A: La lectura va a ponerse confusa en este capítulo. Van a haber saltos en el tiempo así que atiendan bien; las palabras en cursiva son de Bael explicando lo que pasa en una carta, luego de esta viene narrado con letra normal con más detalle lo que pasó. Las palabras "encerradas con comillas" son pensamientos de los personajes. 

Si se confunden no tengan vergüenza en preguntar, contesto al instante sus incógnitas 💜

Capítulo largo. 4k de palabras.

Disfruten la lectura 💜 

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      Beal se sentó con demasiada dificultad en el suelo. En esos momentos odiaba profundamente el estilo oriental para sentarse, sentado sobre sus propias piernas que por el entrenamiento se encontraban casi destruidas, literalmente, en cualquier momento le explotarían. Su áspera mano tomó con mucha dificultad un pincel, notó que cuando intentó acercar este al papel se le cayó por los temblores en su mano y al ver la palma de esta notó aquellas grandes ampollas rojas que decoraban su mano.

—Vamos, escribir una carta no va a matarme ahora. Yo puedo... Hacerlo... — se convence para no ceder al cansancio.

Ahora con más firmeza tomó una hoja limpia, sostuvo fuertemente la pluma y luego de mojarla con tinta comenzó a redactar su carta con aquellas palabras que salían de lo más profundo de su mente y corazón.

Querido Kagaya-sama, espero que esté gozando de hermosos y soleados días, que sus caminatas siempre sean iguales y que su comida cada día le sepa deliciosa. Quiero contarle todo aquello que estuve viviendo durante estos 6 meses...

Para empezar, el maestro Rengoku casi me mata el primer día por un poco de alcohol. Estuve todo el día replanteando mi decisión hasta que llegó nuevamente la noche, o bueno, casi noche...

Apenas el cielo se estaba tornando morado cuando el demonio sintió dos potentes golpes en la puerta de su habitación temporal. El ex pilar de la llama le había gritado para que despertara y se preparara para ser entrenado. Con aún algunas dudas Bael salió y siguió de cerca al hombre, el demonio no cuestionaba al hombre por beber alcohol, sino por ponerlo inútilmente al borde de la muerte. No se iba de ahí porque el aura de poder que desprendía era inmensa y eso buscaba Bael, que alguien fuerte lo entrenara para derrotar al demonio más fuerte de todos.

—Escucha atentamente porque no lo repetiré, — el demonio prestó atención. — a esta hora el patio ya está cubierto de sombra para que empieces a calentar, si no te veo haciendo 1000 flexiones en ese horario las harás cuando el sol esté a punto de salir. No somos los únicos viviendo aquí y tampoco eres el único que entrena para ser cazador de demonio.

— ¿Es su hijo? — pregunta curioso.

—Tienes prohibido interactuar con todo humano en esta casa a excepción de mí. — ignora completamente su pregunta para seguir hablando, se agachó para tomar un arco y flecha. — Un humano jamás resistiría el entrenamiento que preparé... y por suerte tú no eres humano.

El arma que el rubio tomó la usó para disparar a la sima de un enorme pilar de madera que veía por primera vez, le calculó que medía alrededor de 10 metros de altura, quizás un poquito más o un poco menos, pero no pudo seguir examinando la flecha en lo alto cuando ya estaba comiendo tierra y con un fuerte peso en sus muñecas. Se sentó en el suelo para ver unas vendas atadas a sus muñecas y el peso se debían a tres medallones bien pegados para hacer demasiado peso en ambos lados por igual.