Vodevil

Determinación [Percy x Oliver]

— Vas a venir ¿Verdad?

Oliver entrecerró los ojos y estiró sus manos sobre la mesa hasta que su mentón se apoyó en la superficie. Percy tenía un pesado libro bibliográfico de algún político y estaba usándolo para cubrir la mayoría de su rostro. Excepto sus ojos. Pero estos siguieron el camino de las letras, imperturbables ante su presencia. Oliver tuvo que esperar a que Percy llegase al final de la oración para que le prestara atención.

— ¿Al partido?

Oliver frunció el ceño y pudo notar cómo la mirada de Percy se iluminaba con burla. Él sonrió y separó sus labios hasta que Percy pudo ver con claridad cómo la punta de su lengua se presionaba contra su paladar. Listo para hacer un chasquido alto y claro en ese silencioso lugar.

— No te atrevas. Estamos en la biblioteca. —Percy bajó el libro para demostrar lo serio que estaba siendo.

Pero Oliver solo movió sus cejas en desafío. Si Percy iba a preguntar cosas obvias, él iba a ser insufrible a su manera. Ambos podían jugar. Percy dejó caer sus hombros, seguramente considerando al resto de personas que desde tan temprano habían decidido que la biblioteca sería el mejor lugar para iniciar su mañana.

— Quiero terminar mi tarea.

— Puedes hacerla después. —Oliver se enderezó— Podemos hacerla juntos. Después de la celebración.

— Eso quiere decir que estás seguro de que van a ganar.

— Indudablemente. —Oliver amplió su sonrisa.

— Entonces ¿Para qué voy? Ya me dijiste el final.

A veces...

Sinceramente, a veces Oliver no estaba seguro por qué le encantaba que Percy le respondiera de esa forma.

— Podría tirarte sobre mi hombro y llevarte conmigo.

— Y yo puedo hacer que te expulsen del equipo de Quidditch por faltar al respeto a tu Prefecto.

— No lo harías. —Oliver puso su mano sobre el libro para evitar que fuese una distracción— No serías capaz.

— No me tientes, Wood. —Percy lo tomó por la muñeca y apartó su mano para recuperar el libro— No quieres saber lo que soy o no soy capaz de hacer.

Y una vez más, Oliver no debería encontrar tan atractiva esa ciega determinación de Percy, pero despertaba en él su lado competitivo. Así que sonrió y se levantó.

— Debo irme y prepararme para el partido. —Oliver tomó el mentón de Percy y le guiñó un ojo— Estaré esperando a mi fan número uno.

Su personal victoria era esa sonrisa burlona y el sonrojo en las mejillas de Percy. No importaba que eso viniese seguido por Percy apartando su mano y ocultando su bonito rostro atrás del pesado libro.

— Me pregunto quién será esa persona.

— Usa un espejo, Weasley. Y te aseguro tendrás tu respuesta. —Oliver canturreo en voz alta, ganándose múltiples miradas de desaprobación por los ocupantes de la biblioteca.

Pero no importaba, él tenía un partido que ganar y cierto chico que impresionar. Ese iba a ser un gran día.

¡Saludos espectadores! Espero que hayan disfrutado de la primera entrega.

Ahora, la pregunta de rigor: En una futura historia ¿A quiénes les gustaría leer?

Dulces ensoñaciones.

¡Nos leemos!

Nocturna IV