CAPÍTULO 24

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PORSCHE


No sé si sea posible llorar hasta la muerte, pero eso es lo que siento en estos momentos, que me estoy muriendo. Mi hijo está en manos de nuestro enemigo y Kinn está en peligro, mientras que yo me siento totalmente inútil, incapaz de moverme. 

Sentirme de esta manera, sin el poder para ayudar a aquellos que más amo, me destroza el corazón.

Cuando recuperé la consciencia, pero no los encontré por ningún lado por más que busqué con insistencia, sentí que me moría. Sin ellos mi vida no tiene sentido. ¿Acaso mi destino es sufrir hasta morir? No puedo perderlos. 

Si mi hijo y mi amado no están a mi lado, me siento increíblemente solo.

- "Por Dios Porsche, cálmate," dijo Khun mientras me sujetaba la mano y me acariciaba el cabello tratando de detener mis lágrimas.

- "¿Cómo quieres que me calme? Mi bebé sólo tiene tres días y está en manos de un psicópata. Y fui yo, yo lo entregué en manos de esa enfermera. Si hubiera estado conmigo no se lo hubieran llevado,"  no paraba de llorar.

- "No podíamos haber imaginado que ese maldito hiciera algo así," dijo Khun tratando de consolarme pero no había nada que pudiera decirme para lograrlo.

- "Yo sí lo podía haber imaginado, pero me dejé nublar por esa efímera felicidad y me descuidé de mi hijo. No pensé en ese maldito de Eren y el riesgo de Salvatore. ¡¿Cómo pude ser tan estúpido Khun?!," quería golpearme la cabeza pero Khun me detuvo y me abrazó. Yo sentía que me moría en vida.

- "Soy su madre Khun, es mi deber protegerlo de todo", Khun lloró al verme tan mal y me sujetó con fuerza contra su pecho. 

De pronto escuché el sollozo de un bebé y al levantar la mirada, en la puerta se encontraba Kim sosteniendo a Veera.

- "¡Mi bebé!," Kim me entregó rápidamente a mi hijo y yo solo podía abrazarlo contra mi pecho con fuerza mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas. Era un sentimiento abrumador tenerlo en mis brazos, solo podía besarlo y abrazarlo contra mi pecho.

- "Perdóname Veera, mi amor, no voy a soltarte jamás," las lágrimas caían sobre su preciosa carita.

Lo miré con detenimiento, revisando cada parte de su cuerpo. Desde los pies hasta la cabeza y de pronto encontré una mancha roja en su espalda, parecía herido, ¿Qué era eso? ¿Sangre?

- "El bebé está bien Porsche, no es suyo," dijo Kim. De repente mi cabeza daba vueltas por lo que acababa de decir.

- "Kim, ¿Dónde está Kinn?, pero Kim se quedó en silencio con el rostro totalmente pálido.

- "¡Kim!, ¡¿Dónde está Kinn?!," pero él no decía nada. De pronto vi una expresión extraña en su rostro y las lágrimas rodaron por sus mejillas. Khun al verlo rompió a llorar, asustando a Veera.

- "¡Está muerto!," gritó Khun con desesperación y a mi se me desarmó el corazón al escucharlo. Tenía ganas de gritar en esos instantes sólo de pensarlo, pero la voz se quedó atrapada en mi garganta.

- "¡No estúpido!," gritó Kim pero después añadió casi con un suspiro, "Aún no...."

- "¿Dónde está?...," le pregunte, pero era casi un suspiro.

- "En emergencias," me levanté con las pocas fuerzas que tenía, pero el dolor en el abdomen no me permitía caminar de prisa.

 Khun me ayudó a sentarme en la silla de ruedas y me empujó a toda prisa por los pasillos.

KINNPORSCHE - LO EFÍMERA QUE ES LA FELICIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora