CAPÍTULO XIV| Ahogamiento, celos y algún que otro robo.

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El segundo día en la playa resultó bastante más normal de lo esperado, fuera de que Mark y Jeno estaban particularmente melosos y le resultaba bastante asqueroso a Renjun verlos besuquearse por ahí.

Quizá sólo sean celos porque Renjun quería estar tan malditamente igual que ellos con su alfa pero Bee se encontraba muy distraída intentando tomar cuántas conchas pueda.

—Tienes como mil, podrías parar—Farfulló Jun acercándose a la dueña de su corazón de piedra—Bee, ven conmigo.

—Espera, sólo tengo 183.

—¿ Por qué carajos cuentas las conchas ?—preguntó, no sabía si sorprendido o no pero sí muy irritado y con ganas de mimos— Bee si no dejas esas malditas piedras se las arrojaré a algún niño que pase por aquí.

—No son piedras, son caparazones de cangrejos—Corrigió dejando por fin la cubeta de lado. Las amenazas del omega la mayoría de veces no eran para nada falsas y Bee de verdad no quería ver a algún niño herido.— ¿ qué están haciendo Jeno y Mark?

Bee le apuntó dónde la pareja nadaba o intentaba nadar, algo así, más parecía que estaban en problemas.

—Parece que Mark se está ahogando.

—¡ Es porque se está ahogando !

—Mierda.

Bee corrió y aunque Renjun intentó seguirle el paso se quedó varios metros atrás mirando como su alfa se lanzaba al mar sin ninguna duda. El Omega decidió ya no hacer nada, simplemente mirando el panorama; Bee era una excelente nadadora y bastante fuerte al contrario de Jeno que aunque intentaba levantar a su alfa no podía.

He, por melosos.

(...)

—¿ Seguro qué estás bien ?—nadie sabía ya cual número fue está vez la pregunta pero todos sí sabían que comenzaba a ser molesto.

—Bee ya te he dicho que sí, sólo me resbalé—aveegonzado respondió el alfa, alejándose del agarre preocupado de su prima mientras su omega también se aferraba a su espalda.

Renjun estaba muerto de celos.

—Escucha al idiota, Bee—gruñó Renjun—Incluso la estúpida ambulancia que vino dijeron que estaban bien.

—Ni siquiera lo miraron.

—¡ Porque está bien !— chilló indignado estirando el brazo de su alfa para enredarse en ella y no dejar que estuviera tan cerca de los otros dos que de un momento a otro habían desaparecido. Se les estaba haciendo costumbre— Por favor, por favor dame tu atención.

Bee soltó un suspiro rodeándolo también con sus brazos mientras su olor se esparcía calmando al caprichoso de su omega—Siempre la tienes, idiota.

Las mejillas de este se sonrojaron y también su aroma se combinó con él de la más alta, en paz.

Pero no duró ni un minuto cuando Jeno y Mark volvieron escandalizados, corriendo y jadeantes, Jeno tomó la mano de Bee y se hecho a correr con ella, Renjun no se soltó jamás de la más alta y aunque estaba feliz en su posición era un poquito incómodo.

—¡¿ Qué pasa ?!

—¡ Mark se robo un pescado y se lo tragó, ahora unos mexicanos nos quieren hacer carnitas!

—¡ No me lo robe !—chilló.

—¡ Los tomaste de su cubeta !—chilló ahora Jeno, fulminando a su alfa y efectivamente tras de ellos venían tres monigotes a alta velocidad mientras gritaban que ellos realmente no entendían.

—¡ Sólo estaba haciendo prueba de calidad !

—Maldito bobo—susurró Renjun para si.

¡ Atrapen a ese wey !

⩇   𓄹ִִִִִִ     𝙢𝙞ne  ふ     ˓  ˓    ✿    ՟ -renjun omegaverse au ¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora