-Han capturado un pelotón-fue la primera noticia que recibió al llegar a la alcaldía ése día- Al parecer se hacen llamar La résistance- se burlaron con un muy pronunciado acento francés- Sólo son un par de revoltosos.
Harry como siempre, no se rio de ninguno de los chistes estúpidos que sus hombres hacían, en lugar de eso estiró la mano, en seguida le colocaron un sobre, lo abrió y sacó de ahí la hoja donde estarían los nombres de los nuevos prisioneros de guerra, uno de ellos en específico llamó su atención.
-Henrik-dijo a uno de los soldados- necesitaré que me lleves de vuelta
Después de decir eso, salió por la puerta con el sobre entre las manos.
-¿Todo bien, señor?-dijo su subordinado una vez que estacionó fuera de la casa
-Sí, he olvidado un pliego en mi oficina, espérame aquí, no tardaré.
Quince minutos después el chico de rizos volvía a salir, subió al coche y pidió que lo llevasen de nuevo, su turno pasó de lo más normal, resolver las trivialidades que se desataban dentro de un pueblo no era un trabajo para nada emocionante, la mayor parte de las veces sólo le llegaban chismes de mujeres casadas acostándose con soldados o de personas escondiendo armas dentro de su casa, en el segundo de los casos siempre mandaba a una pareja de sus hombres a investigar, desde el momento en que regresó a la casa y vio las luces encendidas debió suponer que algo andaba mal, entró y se encontró con Louis y su madre sentados en la sala, al parecer esperando por él. Suspiró.
-¿Madame?-dijo haciendo una pequeña reverencia- ¿puedo ayudarle en algo?
-Mi hijo, él me ha dicho que usted le ha hecho un par de preguntas- dijo la mujer-referentes a mi marido
-Entiendo su preocupación, pero lamento mucho informarle que no puedo decir nada.
-Por favor-rogó llorando- por favor tenga piedad...
-Madame Tomlinson...
-Por favor-la mujer lloraba desconsoladamente, Louis sólo lo observaba con odio- sólo... sólo queremos saber...
Debía darse la vuelta, debía irse sin contestar y encerrarse en sus aposentos, lo sabía...eso era lo que cualquiera de sus superiores habría hecho...
-¿Qué es lo que quieren saber?-le dijo a la mujer mientras ayudaba a que se levantara
-Si aún tenemos esperanza-dijo Louis- queremos saber si mi padre volverá a casa.
-Me temo que yo no tengo la respuesta a eso- contestó el rizado- pero sí hay algo que puedo decirles... nunca pierdan las esperanza, porque en cuanto pierdan eso... habrán perdido la guerra.- después de decir eso, se dio la vuelta y se encerró de nuevo en su habitación. A la mañana siguiente se encontró con Louis sentado en la mesa del comedor, eran las cinco de la mañana y el chico estaba sentado al parecer escribiendo.
-¿No es demasiado temprano para un francés?-dijo a modo de saludo
No recibió respuesta, se percató de las colillas de cigarro tiradas en el suelo, de las ojeras debajo de los ojos de Louis y de lo irritado de los mismos.
-¿No has podido dormir?-preguntó de nuevo, ésta vez tomando una taza de la alacena.- Sabes Louis, quizá si fueras un poco más cooperativo conmigo... yo podría ser un poco más cooperativo contigo.
-No he podido dormir en toda la noche-dijo finalmente- cada que cierro los ojos yo solo... lo veo.
-¿A tu padre?
El chico asintió, Harry se sentó frente a él y por primera vez en el tiempo que llevaban de conocerse, el chico de los orbes azules no se levantó precipitadamente para dejar la habitación.
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Amor en tiempo de guerra
FanfictionSe sitúa durante la Segunda Guerra Mundial, Harry Styles es un general Nazi de alto rango, su batallón toma París a su mando y se establecen en Auvers-Sur-Oise, un pequeño pueblo francés cerca de la ciudad, ahí conoce a Louis un pintor que no logra...