Desde que el perro había llegado a la casa, Lottie y Fizzy sonreían más, ni su hermano ni mucho menos su madre se habían enterado aún de su pequeño secreto, mucho menos sabían que había veces que ambas pequeñas bajaban a hurtadillas después que sus mucamas las acostaban para jugar en la habitación de Harry con Marquis, el humor del chico rizado también había mejorado considerablemente, algunas veces se encontraba a sí mismo después de salir del trabajo comprando algunos pastelillos para compartir con las niñas, o llevándoles una que otra muñeca nueva cuando encontraba alguna que le gustase; inclusive les leía de vez en cuando y es que el chico nunca había tenido un hermano y no veía a su hermana mayor desde que era un niño, muy probablemente era eso, ambas niñas de parecidas edades le simulaban a Gemma. Justo en ése momento estaban ambas niñas acostadas en la cama del rizado, abrazadas al gran perro mientras Harry les leía la cenicienta, para cuando la lectura terminó, estaban dormidas, el chico sonrió.
-Eres un consentido-dijo al perro en voz baja mientras tomaba a una de las niñas en brazos
Primero subió a Felicité, de las dos era la que menos le hablaba, aunque muy de vez en cuando Harry la descubría tratando de pronunciar algunas de las difíciles palabras que comenzaba a leer en los libros que guardaba el ojiverde, con sumo cuidado de no hacer ruido, abrió la que supuso era la habitación de las niñas, por lo que ellas le habían dicho en una de las muchas veces que le pidieron que subiera a jugar con ellas, su habitación era la tercera puerta del lado derecho, abrió y con sumo cuidado la acomodó sobre la cama, luego volvió a bajar.
Lottie en definitiva era su favorita, aunque se regañó una vez más por admitirlo, pero es que la niña en serio había logrado ablandarlo, siempre le estaba sonriendo y contándole cosas nuevas, le contaba sobre su vida en Paris, cómo extrañaba a sus amigos, cómo le gustaba cuando Louis solía sacarla a dar una vuelta en su bicicleta por la noche, ella a diferencia de Felicité si le decía Harry, claro está con su pronunciado acento francés, el rizado sonreía cada que la escuchaba decir su nombre, la niña en cuanto sintió ser levantada de donde estaba abrió los ojos, se encontró con la mirada ojiverde que ahora se le hacía tan conocida y volvió a cerrarlos, el chico sólo sonrió.
-Restez, s'il vous plaît -le susurró la rubia una vez que la había depositado en su cama, lista para volver a dormir
-No puedo quedarme-le susurró el rizado- tu madre y tu hermano se enojarían mucho si me encontraran durmiendo aquí en la mañana, pero nos veremos mañana.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo
El rizado estaba a punto de marcharse cuando...
-¿Harry?- escuchó a Felicité detrás de él- ¿Podrías darme un beso de buenas noches por favor?
El chico sonrió y regresó sobre sus pasos, se inclinó sobre la castañita y dejó un beso sobre su frente.
-Buenas noches, Felicité-le susurró
-Buenas noches, Harry- era un gran paso, al fin le estaba tomando un poco de confianza y eso no podía hacerlo más feliz.
-Buenas noches, Lottie-dijo dejando otro en la frente de la rubia
Volvió a su habitación, Marquis ya estaba a los pies de la cama, hecho una bolita y listo para dormir, el rizado sonrió y comenzó a quitarse lo que llevaba puesto, ya comenzaba a hacer frío, se dijo una vez que estuvo en ropa interior, un ruido en la parte trasera de la casa lo sobresaltó, inmediatamente apagó la luz y se volvió a colocar el pantalón, a hurtadillas tomó el arma que estaba sobre su escritorio y salió de manera silenciosa de la casa, comenzó a caminar descalzo y cuidando de no hacer ningún ruido por el terreno que rodeaba la casa, vio una sombra moverse, cargó el arma y apuntó.
-Ponga las manos dónde pueda verlas y lentamente arrodíllese- dijo y luego un foco de prendió en su cabeza- Mettez vos mains où vous pouvez voir eux et lentement s'agenouillant-repitió en francés.
-Entiendo tu maldito inglés cortado- suspiró al escuchar la voz de Louis, bajó el arma y se aproximó hasta él.
-No es como que el tuyo sea perfecto- contraatacó-¿A dónde te diriges?
-A ningún lado
-Muéstrame tus bolsillos
-¡¿Qué?!-dijo indignado
-Que me muestres tus bolsillos
El ojiazul sacó de uno de ellos un sobre y se lo tendió al rizado, él lo tomó entre sus manos y lo abrió.
-Es personal-dijo el chico aún en el suelo
-¿A quién le escribes?
-A Grégoire... un amigo.
-¿Él...?
-Fue reclutado el día que bombardearon París-dijo con odio- no sé dónde está y no planeaba enviarla, yo... prometí que le escribiría-su voz comenzó a quebrarse- le prometí que escribiría y que cuando volviese podría leer todas las cartas.
Harry le devolvió el sobre, no leyó su contenido, simplemente se lo devolvió.
-Es muy afortunado de tener un amigo como tú- le dijo, tendiéndole la mano para ayudarlo a pararse, Louis no la aceptó
-Lo que digas...
-¿Por qué siempre estás afuera en la noche?-cuestionó- Es la segunda vez que te encuentro fuera después del toque de queda.
-Si realmente te interesa... me gusta salir a observar el cielo, hace que me sienta en paz... no sólo conmigo mismo, sino con todo lo que me rodea.
-¿Inclusive conmigo?
-Te sorprenderías- dijo y por primera vez en el mes que llevaba viviendo ahí, sonrió
-Creí que jamás te vería sonreír
-No es una sonrisa...yo... me entró algo en el ojo, eso es todo.
-Eres agradable cuando no estás maldiciendo todo el tiempo, quizá algún día logre convencerte de charlar... ya sabes de hombre a hombre.
A Louis se le ocurría más de un comentario ingenioso que hacer, sin embargo no los hizo, ésa sería su forma de agradecer al rizado por la información que le había dado sobre su papá, lo dejaría disfrutar de su compañía por un rato, sin comentarios ofensivos o palabras de odio.
-No sé tu nombre- dijo el menor
-¿Ah?
-No sé tu nombre
-No creo que te interese saber mi nombre.
-No es que me interese-dijo- pero tú sabes el mío... no me agrada...
-¿Sentirte en desventaja? Puedo notarlo-añadió con una sonrisa
-Como sea, nadie te obliga a decirlo
-Harry Styles-dijo extendiendo su mano, Louis lo miró con una cara extraña-¿no tan rápido ah?- después la bajó y la volvió a colocar a sus costados.
-De acuerdo, Styles
-Tomlinson
Louis se dio la vuelta, dejando al soldado solo de nuevo, sin embargo antes de entrar a la casa se volteó a mirarlo una vez más.
-Descansa, Styles
Y ése pequeño acto de amabilidad, que para el ojiazul fue nada, ésas dos pequeñas palabras que salieron en el último momento, hicieron al ojiverde sonreír como estúpido el resto de la noche.
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Amor en tiempo de guerra
FanfictionSe sitúa durante la Segunda Guerra Mundial, Harry Styles es un general Nazi de alto rango, su batallón toma París a su mando y se establecen en Auvers-Sur-Oise, un pequeño pueblo francés cerca de la ciudad, ahí conoce a Louis un pintor que no logra...