❅ Capítulo 11 ❅

231 20 7
                                    

MAIA

Cuando regresamos al hotel, Eros estaba hablando con Terence en una de las habitaciones mientras yo veía películas de terror en la sala comiendo palomitas francesas.

Le envié las fotos de Michael para que sepa que estoy bien, recibí una foto de él y Thomas en respuesta diciendo que también se encuentran bien. Mis padres también se encuentran bastante bien donde la abuela, me alegro por ellos, necesitaban un tiempo a solas y lejos de nosotros.

Eros entra a la habitación soltando un suspiro antes de observarme y aflojar el cuello de su camisa de mangas.

—¿Qué ocurre?

—Cosas sobre la seguridad y estupideces —me asegura.— me daré una ducha.

—Claro, veré el catálogo de las películas para saber cual veremos.

—Trato hecho. ¿No quieres usar el baño antes?

—No, gracias.

Me sonríe en confianza antes de entrar al baño, yo estaba cambiada de ropa, así que busqué en el catálogo de la televisión alguna buena película para poder ver mientras hacíamos palomitas instantáneas, el clima de París se tornó más frío de lo normal ya que comenzó a nevar bastante fuerte.

—Señorita Bennet, dígale a su alteza que si me necesitan estaré en el lobby del hotel.

—Está bien Terence. Ten cuidado abajo.

—Lo tendré señorita Bennet, gracias.

Y cierra la puerta, por lo consiguiente la puerta del baño se abrió dejando ver a Eros vestir solo con una toalla al rededor de su cintura. Me detengo para admirar su abdomen perfectamente trabajado, como el tatuaje resalta entre su piel blanca de manera increíble.

Dios, hormonas adolescentes cálmense.

—¿Has visto mis shorts? —me mira.

Joder.

Su cabello húmedo cae por su rostro de manera celestial, apreté mis piernas por debajo de las sábanas cuando se acerca a mi.

—¿Maia?

—No, no he visto tus shorts —murmuré.

De hecho si, estaban en el tercer cajón pero no es problema para mi que esté vistiendo solo una toalla. Creo que se ha dado cuenta que le estoy viendo descaradamente pero no dice nada, al contrario, solo me sonríe de manera coqueta lo cual es mucho peor.

—¿Todo en orden, Maia?

Asiento de manera breve.

—¿Segura?

Detesto mucho que sepa como provocar a la gente. Me había dado cuenta desde hace mucho que Eros no solo me gustaba sentimentalmente, si no, en lo físico.

—Si, segura —afirmé tratando de calmar mis emociones.

—Te noto algo nerviosa Maia —su brazo rodea mi cintura para acercarme a él de manera ágil.— ¿Por qué tan nerviosa?

Beside you ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora