❅ Capítulo 4 ❅

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MAIA.

Veía a nuestros padres empacar, Thomas también había decidido quedarse con nosotros. Mi madre nos dio una lista de cosas que no debíamos hacer y entre esas hacer fiestas mientras no están, cosa que será imposible porque conociendo a Michael hará una fiesta por mi cumpleaños número dieciocho. Mordía una tira de dulce cuando mi padre revuelve el cabello de Thomas antes de girarse hacia a mi, me abraza fuerte y besa mi sien, le sonrio cuando se separa de mi.

Mamá era la más dramática de todos, estaban llorando mientras decía que le daba un pesar dejarnos solos para las fiestas de navidad, besa varias veces la mejilla de Michael y de Thomas, rodeó los ojos acercándome para darle un abrazo y decirle que tenga buen viaje, el taxi que los llevaría al aeropuerto estaba esperándolos desde hace una hora, así que le di diez dólares más por la espera, una vez que ambos salen de casa, papá se encarga de meter las maletas en la cajuela y mamá nos da las últimas indicaciones antes de subir al taxi.

Los tres agitamos la mano en forma de despedida cuando mi padre dice que nos cuidemos mientras se adentra al taxi, el conductor arranca y vemos como el auto desaparece entre el manto blanco del vecindario, casi al instante que el auto desapareció otro reemplazo su lugar, el color negro que posee hace contraste con la la nieve de nuestra calle. Mi hermano pequeño suelta un "Wow" colocándose las botas para ver el auto más de cerca, de este se baja un Eros con un buzo blanco junto a vaqueros negros.

Su piel es blanca como ya había dicho anteriormente así que todo color de ropa que usa le sienta bastante bien, sin embargo, el blanco hace resaltar su cabellera negra azabache y sus ojos azules, sin hablar de que su altura lo hace ver más atractivo de lo que sabe que es. Sin duda todas las chicas de su reino se morían por el a pesar de que no lo han visto recientemente pero estaba segura que morirían por él.

—¡Es un camaro! —chilla Thomas sacándome de mis pensamientos.— ¡Y convertible!

—Hola de nuevo —Eros saluda a Mike con un golpe de puños.

—Thomas —mi hermano lo nombra.— el es Eros, nuestro nuevo amigo.

—Eros Baskerville —y el pelinegro le ofrece el puño.

—Thomas Bennet —mi hermano le acepta el gesto.— ¿Puedo subir a ver tu auto?

—Adelante —asiente.

Rápidamente mi hermano pequeño se sube al auto, meneo la cabeza cuando Mike también va a husmear, la silueta de Eros camina hacia a donde me encuentro hasta quedar frente a mi, me ofrece su mano y yo se la acepto para formar un apretón, sin embargo no me lo permite.

Milady —deja un beso en mis nudillos sin despegar su mirada azul de la mía.

Alteza —le sonreí.— ¿Es tú auto?

—He utilizado la carta de ser un príncipe a mi favor para sacar el auto —me sonríe.— ¿Te gusta? Estaba en exhibición porque todavía no ha llegado aquí a New York.

—O sea que sacaste el auto de la exhibición —alce una ceja.— ¿Pagaste por eso?

—Soy un príncipe, Maia —aparta un mechón de cabello de mi cara.— nadie le dice que no a un príncipe.

—Es bueno saber eso. Porque seré la primera en decirte que no —me pongo frente a él.

Se inclina hacia a mi con una sonrisa torcida en el rostro.

Beside you ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora