Beside you ©

❅ Capítulo 2 ❅

MAIA.

En la mañana siguiente, me levante por el frío, creo que tengo congelados los pies. Salí de la cama, soltando un bostezo, camine hasta mi pequeño baño para poder lavarme el rostro y asearme, una vez lista me cambié de ropa y baje las escaleras tarareando una canción de la antigua banda One direction.

Veo maletas amontonadas en la sala, fruncí el ceño al escuchar risas desde la cocina, la puerta se abrió y la cabellera rubia de mi hermano salió por ella.

—¿Michael? —me oí gritar.

—Ahi está mi hermana favorita —sonríe ampliamente.

—¡Michael!

Corrí hasta lanzarme sobre él, me recibe gustoso y me levanta del suelo para dar pequeñas vueltas, me deja sobre el suelo y coloco mis manos en sus mejillas para analizar su rostro. Su cabello ha crecido un poco y luce más maduro desde que se fue a Dinamarca.

—¿Qué haces aquí? —pregunte.

—Me quedare hasta Febrero —sonríe.— me tendrás que soportar unos meses.

—Me alegra mucho que estés aquí —vuelvo abrazarlo.— te extrañe muchísimo.

—Yo igual —murmuró.— Ponte algo abrigado, iremos a desayunar.

—Pero, nuestros padres.. —comencé a decir, separándome.

—Que te llevare a desayunar —sacude mi cabeza.— ve por tu cárdigan.

—Voy —y salgo corriendo de vuelta a las escaleras.

Al salir de casa, el frío se intensificó, no había dejado de nevar y el vecindario se había cubierto de un precioso manto blanco, enganche mi brazo con el de mi hermano para empezar a caminar. Empezó a contarme sobre Dinamarca, y su carrera, sus amigos, las novias que ha tenido durante estos años luego preguntó por mi y por mi pequeña ceremonia de graduación, sobre la carrera y universidad que pienso escoger.

—No es tan malo como dicen que es, la universidad es increíble —comenta.— fiestas, chicas, diversión, aprendizaje, chicas..

—Acabas de decir chicas dos veces —me burlo de él.

—Es que eso es lo mejor de todo —me sonríe.— conocí a una chica pero no lo sé, tengo dudas

—¿Michael Bennet tiene dudas? —pregunte.— porque recuerdo que eras el más popular en la secundaria, todas se morían por ti.

—Pues ya no soy el Michael Bennet de la secundaria, he madurado mucho donde me ves. —asiente.— Bueno.. eso creo.

Doblamos la esquina hacia una de las cafeterías, el mira la hora en su teléfono y masculla algo que no logre entender, me hace caminar un poco más rápido para entrar al café, abre la puerta y me deja pasar primero. Visualizo todo el lugar y encuentro una mesa disponible junto a la ventana, me dice que me adelante a separarla mientras el va a ordenar.

Camino hacia la mesa y abro la silla para poder sentarme, saco mi móvil para poder distraerme mientras espero, las fotos en Instagram de la cena de ayer fueron publicadas, me hubiese gustado saber que habrá pasado con el chico de ayer en la noche.