IV. ━━ Cose complicate

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Luca se quedó ahí durante un par de horas, admirando la belleza de la diminuta niña, sin percatarse de lo que le había pasado a su físico. Su sonrojo aumentó notablemente en el momento en que la niña abrió los ojos. Seguido de ello, ella comenzó a toser fuertemente.
Aterrado, el niño solo pudo quedarse donde estaba, intentando recuperarse del
rubor que cubría sus mejillas.

—¡Ah! —gritó la pelinegra al darse cuenta de la presencia del mayor, causando que se estremeciera —¿Quién eres tú? ¿Qué pasó?

La niña se veía asustada y confundida, pero ella comenzaba a recuperar conciencia de todo.

—espera... ¿Fuiste tú quién me...? —no terminó de formular aquella pregunta al reconocer su ojos marrones, los mismos ojos marrones que había distinguido antes de quedar inconsciente. No esperó a nada y lo abrazó, agradecida por haberla salvado.

Algo confundido, Luca siguió aquel abrazo y se quedó totalmente quieto, incluso sin respirar, hasta que la femenina se separó.

—grazie... —se detuvo al no saber el nombre del niño que tenía enfrente —... disculpa, ¿Cuál es tu nombre?

—Luca Paguro.

—grazie, Luca Paguro, ¿Cómo puedo pagarte? —preguntó ella aún con gran agradecimiento en su tono de voz.

Él no sabía que responder, simplemente, con aquella primera impresión que había tenido de ella, quería quedarse y no volver a casa.

—déjalo así —dijo, negando levemente con la cabeza, la contraria esbozó una leve sonrisa.

Ambos se quedaron en completo silencio, pensando que el contrario parecía ser buena persona.
Luca no comprendía por qué le habían contado tantas cosas malas de los humanos, ella, como quiera que se llamase, era dulce ,amable y educada. Lo contrario.

—perdona, pero, ¿Puedo saber tu nombre también? —cuestionó el oji-marron un poco apenado, recibiendo un asentimiento de cabeza de parte de la de tez morena.

—soy Bianca Bernoulli —dijo la europea.

—perdona que lo diga —se disculpó el contrario con anticipación —, pero de blanca no tienes nada.

La menor lo miró con recelo, no ofendida, ni enojada, simplemente sorprendida de lo inocente que era el niño, sin saber que ,aquello, era racismo.

—¿Enserio? —elevó una ceja.

—pero creo que, aún así, eres bonita —añadió, ladeando la cabeza para contemplar la belleza de la femenina desde otro ángulo —. Sí, eres una niña muy bonita.

A pesar de no conocerlo a él y sus intenciones, Bianca se sonrojó, apartando la mirada de los ojos achocolatados de Luca.

—¿Qué edad tienes? —preguntaron ambos al unisono después de un pequeño silencio.

—once —dijo Bianca con una sonrisa.

—yo también —el contrario le devolvió aquella sonrisa. No sabía por qué pero no quería irse, deseaba quedarse para no sentirse tan solo.

De repente, el mayor recordó que era un monstruo marino, era raro que ella no hubiera salido corriendo al verlo frente a ella.

━━𝑷𝒆𝒓𝒍𝒆 𝒅𝒊 𝑎𝒂𝒓𝒆 〔ʟ᎜ᎄᎀ ᎘ᎀɢ᎜ʀᎏ × ʀᎇᎀᎅᎇʀ〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora