#Alaia
Después de pasar un tiempo de estar admirando aquella mansión, mis pensamientos fueron interrumpidos gracias a una voz masculina.
—Que bueno que ya están aquí— dice aquel señor acercándose a nosotras
—Sí, aunque el viaje fue un poco agotador—dice mi madre dándole un tierno y pequeño beso
—Alaia, tu madre me habló mucho de ti y veo que no se equivocó cuando digo que eres muy guapa—dijo él y me sonroje
—mira hija, él es el señor Lee—dice mi madre presentándolo
—un gusto—dijo él dándome la mano
—el gusto es mío—dije para después responder el saludo
El señor Lee me quedó viendo por unos segundos como si me conociera de toda la vida, lo cual me hizo sentir un poco incómoda ante aquella situación.
—Bueno, parece que están un poco cansadas, ¿verdad?—dice él mientras mira a mi madre— así que las dejaré descansar porque en la noche tendremos una cena familiar
—¿vendrá Rosé?—pregunta mi madre y él asiente
—¿Quién es Rosé?—pregunte curiosa
—Ya lo verás, venga, te acompaño a tu habitación—Dijo él caminando hacia las enormes escaleras de mármol para después mi madre y yo seguirlo.
Subimos al segundo piso, que parecía más un hotel que una casa de tantas habitaciones que había en ese lugar, después de unas cuantas habitaciones después estaba la que sería mía.
—Mira Alaia, espero y te gusté—dice el señor Lee abriendo la puerta.
Apenas abrió la puerta, pues me sorprendió lo grande que era, tenía una variedad de colores pasteles y yo amaba los colores así, seguro se lo dijo mi madre, pero era impresionante.
Tenía una enorme cama matrimonial con sábanas blancas que de repente me dieron ganas de acostarme y saltar en ella.
—¿te gusta?—me preguntó él y yo asentí. —me alegro mucho, descansa —dice para después irse con mi madre.
Al momento que la puerta se cerró salte hacia la cama para proceder a tumbarme en ella y saltar, esto era maravilloso, me sentía orgullosa de mi madre.
Después de pasar el rato saltando me acordé de mi mejor amiga a la cual llamé de inmediato.
—VIDEOLLAMADA—
—Alaia ¡QUE NO PENSABAS LLAMARME! —dice Yunai gritando
—Tranquila se me olvido —dije justificándome
—Sí, claro—dice ella rodeando los ojos—dime, ¿qué tal tu padrastro?
—Ni lo menciones, vive en una mansión
—¿Qué?— dice ella gritando
—Y mira mi habitación—dije enseñándole con el móvil mi habitación
—Chica, tú estás en un paraíso
—Pero no creo poder adaptarme rápido— dije girando la cámara hacia mí
—Eso qué más da, por lo menos no tendrás que vender fotos de tus pies— dice ella y las dos reímos
Pues mi madre y yo no teníamos tan buenos recursos y temía que en un futuro no podría pagar mi universidad y mi Yunai siempre recurría a esa opción de forma de broma.
—Yunai, te llamaré después voy a darme una ducha, pues tendremos una cena familiar y tengo que arreglar mis cosas
—Está bien, que no se te olvide contarme todo —dijo y asentí mientras ella me manda un beso
Dejé el móvil de lado y procedí a quitar toda mi ropa de mi maleta y ponerla en el hermoso y gran armario color blanco.
Cuando termine de hacer eso entre a al baño, el baño era tan grande que podía ser perfectamente una habitación, abrí la llave de la ducha para dejarla calentar un poco y para después empezar a quitarme la ropa y entrar en ella, el agua estaba a temperatura ambiente realmente no quería salir de allí, pero el tiempo estaba en mi contra, pues tenía que bajar a las ocho como dijo el señor Lee, pero eran las siete y tenía que buscar la ropa que me pondría, pues no la tenía preparada.
Salí del baño para ir derecho al armario y sacar un vestido, no sabía que ponerme, no era de las que se preocuparan de que vestir, pero hoy era la excepción, así que recorrí por un vestido con un poco más arriba de las rodillas y unos mini tacones que realmente no parecían tacones. Conecte mi plancha en uno de los interruptores que había cerca del escritorio cerca de la cama para después proceder a plancharme un poco mi castaño cabello que me llegaba un poco más abajo de los hombros.
Cuando termine de planchar todo el cabello y estar toda lista, baje a la cocina donde estarían mi madre y el señor Lee.
—Alaia, te ves preciosa— dice mi madre y yo le respondo con una sonrisa
—Vamos, siéntate— dice el señor Lee señalando un asiento al lado de él quedando al frente de mi madre
—¿esperaremos a Rosé?—pregunta mi madre
—creo que se tardara un poco y tal vez Alaia tenga hambre— dice el mientras me mira
—no tengo hambre aún—dije, pero era mentira, pues no había comido nada desde que llegamos, pero tenía curiosidad de quién era.
—Está bien, la podemos esperar.—Dijo él suspirando poco convencido.
Durante el tiempo que esperábamos el señor Lee y mi madre se la pasaron hablando y de vez en cuando el señor Lee me hacía preguntas que solo respondía con monosílabo, pero al cabo de un rato esperando sentía que mi barriga pedía a gritos comida, pero realmente quería saber quién era Rosé.
—No creo que llegue Alaia, mejor comamos, ya después la conocerás —dice el señor Lee, por un momento quería negarme, pero de verdad sentía que mis tripas se comen entre ellas y asentí rendida.
Esperamos mucho tiempo, realmente supuse que no llegaría, pero desde el salón escuchamos unas risas.
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<3
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BAD THINGS - COSAS MALAS / JUNGKOOK
Fanfic-ESTA ES UNA HISTORIA 100% MIA Una chica que ha vivido junto a su madre toda su vida en su ciudad natal, pero gracias a la relación de su madre hace que se tengan que mudar a la casa de su padrastro, ahí conoce a Rosé su hermanastra que por sus acci...