CAPÍTULO I

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MAYIM nació a costa de nuestros malos hábitos. En nuestros momentos de desesperación el científico e ingeniero Alexandro Yeskonik propuso un protocolo que pensara por nosotros, una inteligencia superior a la nuestra capaz de discernir tanto lo bueno y malo de este planeta. El proyecto MAYIM fue el trabajo de miles de personas, que obraron sin descanso por más de dos décadas de trabajo. 《Era un proyecto colosal. 》 Ya terminada la construcción del edificio, faltaba la instalación correcta del sistema más avanzado que el mundo haya conocido. Después de varias pruebas y varios intentos fallidos, el protocolo dio resultados favorables, y tras diversos ajustes al sistema operativo, MAYIM se empezaba a presentar ante nosotros como nuestra líder suprema y salvadora de este mundo.

El Instituto Mundial del Mejoramiento Ambiental Yeskonik mejor conocido como MAYIM empezaba su primera fase de reconocimiento del planeta y de todo lo malo que en ella se encontraba en el año 4182 de la era gaiyuan. Yo fui un trabajador más de este monumental proyecto. Me llamo Adriel, tengo 27 años y lo que les narro a continuación, es la historia, en palabras de un muerto.

Año 4202 de la era gaiyuan. MAYIM tomó el control de todos los seres en este mundo. Ante nuestra perspectiva todo fue para bien,
MAYIM se encargó de limpiar cada zona impura de nuestro mundo, cada cosa que afecte al planeta. Clasifica los peligros eminentes para el ecosistema y los aniquila hasta no quedar rastro de su existencia, su poderío y autoridad nos ayuda a alcanzar nuestras metas. Todo lo que causa la muerte del planeta y todo aquel que lo perjudica debe y tiene que ser eliminado.

La flora de nuestro planeta empezaba a reverdecer, la fauna se reproducía de forma precoz. Los mares tuvieron que ser desalinizados para su uso como recurso secundario del líquido vital, eso mientras el agua contaminada de los caudales estuviera lista para ser ingerible. Por tal motivo las plantas potabilizadoras empezaron un proceso de destilación por medio de rayos UV, para posteriormente ser desinfectados por el proceso de ozonificación del agua.

Nosotros los habitantes de lo que es nuestro mundo, nos unimos en una sola carne. Dejamos de ser naciones separadas con vidas independientes, para convertirnos en una sola raza. La raza LINUX, un pueblo libre de todos los estereotipos, una nación en la cual todas las etnias cumplían diferentes actividades con el fin de asegurar su futuro. Un futuro que solo lo podríamos alcanzar si entregamos todo lo que somos por él.
"Este es su único papel en esta vida, servir al planeta, cuidarla, protegerla, para que sus sucesores vivan en este mundo en paz".

Esas fueron las palabras de MAYIM. Todos los días nos repetía que pensáramos en los que ocuparán nuestros lugares en un futuro. Que pensemos en el descanso eterno que alcanzaremos cuando esto termine. Que lleguemos a ser seres estoicos, dejando el hedonismo y poniendo manos a la obra.
"El dolor aparece cuando uno avanza en ese objetivo añorado, si no sienten dolor es porque no estás avanzando. Sigan esforzándose y dejen de ser tan pusilánimes".
Esas palabras hirientes y reconfortantes a la vez fue nuestro proverbio que quedó marcado en el ser de cada uno de nosotros.
Todos tenían una labor que hacer, desde los más pequeños cuidando de nuestra flora y fauna. Hasta los adultos, encargados de la potabilización del agua, la desalinización de los mares, ingenieros, técnicos, maestros, científicos, servidores sociales, etc. Todos aportando un granito de arena, por ese sueño. Millones de vidas tras la misma esperanza de la felicidad eterna.

—¡Adriel! ¿Qué estás haciendo?

—¡Estoy escribiendo! ¿Qué no vez? Además, estoy en mi descanso ¿no?

—Los encargados del mantenimiento del sistema de MAYIM no nos podemos dar el lujo de un descanso. De nosotros depende que MAYIM no se infecte de nada —Exclamó.

—A ver Andreu, ¿Me estás diciendo que de todos los trabajos que hay, el de nosotros no puede darse el derecho de descanso?

—¡Así es!... —secándose el sudor de la frente prosiguió—. Nosotros no nos podemos tomar nuestro trabajo a la ligera.

Las Crónicas LinuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora