CAPÍTULO 3: CULPA

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El equipo de los Tigres era conocido por su arduo entrenamiento, se reunían mínimo tres veces a la semana para practicar tácticas de movimiento o nuevas jugadas y cada uno de los miembros del equipo asistía diariamente al gimnasio para tener mejor resistencia en cada juego.

Aunque Blue estaba demasiado cansado y adolorido por lo sucedido hace un momento en los vestidores, había estado haciendo ejercicio desde hace un mes, las líneas de su abdomen se marcaban ligeramente y sus brazos empezaban a tonificarse. Como nuevo integrante del equipo debía regirse también al arduo entrenamiento y su cuerpo ya se había acostumbrado al trabajo duro, fue gracias a ello que pudo vestirse y salir como si nada hubiera pasado.

Se dirigió a la zona de parking, estando en su auto, marcó a Net para mencionarle que no se sentía bien y necesitaba descansar, encendió su auto luego de colgar la llamada y se dirigió a casa, mientras pensaba en lo ocurrido no pudo evitar decirse a sí mismo "esto no debió suceder".

Cuando llegó a casa, el ama de llaves, notando su indisposición, le sugirió que comiera algo, pero Blue se negó. Subió a su cuarto y se dio una larga ducha, fue entonces cuando observó las marcas en su cuerpo, tenía moretones en su cuello, mordidas en su hombro y pecho, sus muslos estaban rojizos por el agarre de Dew, el placer de ese instante hizo olvidar el dolor que ahora estaba sintiendo en todo su cuerpo.

Finalmente, salió y se miró en el espejo, su labio inferior estaba hinchado, Dew no fue amable esta vez, incluso sus palabras fueron hirientes.

Se puso un pijama ligero, tomó medicamentos para aliviar el dolor y bajar el edema de su labio, se colocó ungüento en las heridas y tomó una larga siesta, toda la tarde.

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- ¿Y mi hijo? ¿No baja a cenar?- cuestionó Lawan, la madre de Blue, al ama de llaves.

- Llegó hace unas horas, subió a la habitación negándose a probar bocado.

-¿No crees que anda raro últimamente? - preguntó preocupada mientras se paseaba por la cocina, y revisaba con aprobación cada plato preparado- Llévale la comida a su cuarto, debe comer algo - Ordenó.

- Así lo haré, señora. - contestó la empleada mientras colocaba los platos en una bandeja.

-Olvídalo, lo haré yo.- Resolvió con determinación Lawan, cuando recordó lo terco que es su hijo, de seguro no abriría la puerta.

Mientras subía con la bandeja de comida, pensaba con preocupación en lo que pudo ocurrirle a su hijo para tener un cambio tan repentino en su actitud.

Antes siempre solía sonreír, incluso la acompañaba a eventos, pero ahora era un joven que pasaba todo el día en la estudiando en la universidad, entrenando o en el gimnasio, no sonreía y siempre parecía perdido en sus pensamientos.

-Hijo, abre, - pronunció alto para que Blue pudiera oírla a través de la puerta - debes comer.

- No tengo apetito. -Escuchó como respuesta.

Con un suspiro de exasperación subió su tono de voz y contestó - Arthit Boonam Kasem, me abres la puerta AHORA, subí todo un tramo de escaleras por ti.

- Déjalo en la mesa de afuera, después voy

¿Cómo podía ser tan terco? - No, quiero verte ahora. -Pero sabía que el tono serio no funcionaria, no con su pequeño Blue, así que decidió hablarle amablemente.

-Cariño, últimamente no te he visto ¿Acaso ya no quieres a tu madre? - fingió una voz triste, sabía que su hijo odiaba escucharla o verla en ese estado.

CUZ  U R 🔞 [DEWBLUE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora