Amor atemporal (finalista de los #AmbysES 2023)

V

Debo reconocer que el relato de Karina me impacientó. La conocía lo bastante bien como para darme cuenta de que se había enamorado de León, un chico que era siete años mayor que ella. Karina tenía diecisiete, iba a cumplir los dieciocho en julio. Es un año mayor que yo porque repitió el primer año de la secundaria. Primero estudió en la escuela San Miguel, pero al repetir, los padres la cambiaron a la Soldados Argentinos y así fue cómo nos conocimos y nos hicimos amigas.

Karina y León comenzaron a verse en secreto. Yo jamás estuve de acuerdo. Me parecía excesiva la diferencia de edad y tenía miedo de que León terminara lastimando a Karina. No es lo mismo una diferencia de siete años durante la adolescencia que a los treinta años. Algunas veces, pensé en ir a contarles a sus padres lo que pasaba, pero no pude; Kari era mi mejor amiga y accedí a guardar el secreto a regañadientes. Sin embargo, los padres de Karina comenzaron a sospechar que estaba saliendo con alguien. Kari tuvo que reconocer que sí y les prometió que se lo iba a presentar.

—¿Y cómo vas a hacer para decirles a tus padres que estás saliendo con un pibe grande? —le pregunte—. Estoy segura de que no van a aprobar la relación.

—Tengo una idea. Jorgelina, ¿vos no tenés un primo de nuestra edad que va a un taller de teatro?

—Sí, mi primo Gabriel. ¿Qué tiene que ver él con esto?

—Tu primo podría hacerse pasar por León. Cuando mis padres vean que es un pibe de la misma edad que yo, lo van a aceptar. Si es necesario, le puedo pagar a Gabriel. Tengo unos pesos que me regaló mi abuela cuando viajé a Buenos Aires al sepelio de mi tía.

—¡Estás loca, Karina! Esa plata tendrías que ahorrarla para el viaje a Bariloche.

—En este momento no me importa el viaje a Bariloche. Solo me importa León.

—Para mí, es una locura —dijo Jorgelina—. Pero mi primo con tal de ganar plata es capaz de hacer cualquier cosa.

Al final, Jorgelina le pasó el teléfono de Gabriel a Karina. Ella lo llamó y aceptó representar el papel de León. Por supuesto, a los padres de Kari les cayó bien y le dieron el visto bueno a la relación.