VI

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Cuando llegaron las vacaciones de invierno, Karina me dijo que quería que lo conociera a León.

—¡Sos muy prejuiciosa, amiga! Si lo conocieras a León, te darías cuenta de que es una buena persona. La semana que viene es mi cumple. Nos podríamos reunir los tres para festejarlo y de paso se conocen. Me gustaría que mi mejor amiga y el amor de mi vida se lleven bien.

No pudo ser. Me enfermé de varicela. Sí, ya sé que suena raro. Todo el mundo tiene esta enfermedad en la niñez, pero por esas vueltas del destino, yo no me enfermé de niña, sino a los diecisiete años recién cumplidos. Otra cosa rara: Karina tampoco había tenido varicela de chica, así que solo podíamos hablar por teléfono para evitar un posible contagio. Yo me sentía muy mal. Imaginate, una pelirroja pecosa como yo, enferma de varicela. Mi cara era horrible entre las pecas, el acné juvenil y las erupciones de mi enfermedad. Por suerte, el resto del curso había tenido varicela durante la infancia y podían venir a visitarme. Jorgelina venía casi todos los días y fue ella quien me contó la gran novedad.

—¡No sabés lo que pasó! ¡León se fue a Europa!

—¡No te lo puedo creer! Karina no me dijo nada. De hecho, hace un par de días que no me llama.

—Es que está redeprimida por lo de León. Yo me enteré de casualidad porque justo estaba en su casa cuando León la llamó para despedirse. Lo extraña un montón y, encima, él le dijo que no sabía cuándo iba a volver a Rosario. A pesar de que está por cumplir veinticinco años dentro de poco, León es un empresario muy próspero. Parece que se tuvo que ir a vivir a Burdeos en Francia para dirigir una empresa propiedad de sus familiares, que están llenos de guita. Dice Karina que él le prometió que más adelante la va a venir a buscar.

A mí todo me resultaba sospechoso: una gran mentira de León, que seguramente en Burdeos tenía otra novia. Era evidente que la había abandonado, pero Karina no quería aceptarlo. Todo había sido un sueño y este era el final de ese sueño o, tal vez, el comienzo de una pesadilla.

Amor atemporal (finalista de los #AmbysES 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora