Jungwoo apagó su alarma programada y se encaminó al baño para darse su ducha matutina, después de unos minutos salió del cuarto de baño con su cabello planchado; ulteriormente fue a su habitación para ponerse su uniforme.
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— Siempre lo mismo— Dijo Jungkook mientras servía el desayuno.— ¡Jeon Jungwoo! ¡llegarás tarde!— Grito, pero no hubo respuestas por parte de su hijo.
—Esta muy bueno el desayuno mi amor— Alago el castaño mientras llevaba una tostada de pan integral a su boca. En ese momento unos pasos se escucharon por el pasillo pero como ambos se imaginaban a un Jungwoo desaliñado, decidieron no voltearse a mirarlo.
— Llegarás tarde, vístete rápido— Dijo el azabache sin prestarle atención a su hijo. — Muévete no quiero que llegues tar..de..— dirigió su vista hacia su hijo que se encontraba bien uniformado y con un corte de pelo. La cara de confusión de el azabache hizo que el castaño se girara a observar a su hijastro, quedando igual de sorprendido.
—-¿Qué?— Dijo el azabache mientras se acercaba al desayunador a por una tostada. —¿Y esas caras? ¿Acaso vieron a un fantasma?—dijo con gracia.
— ¿Que te hiciste?— Fue lo único que pudo salir de la boca de su padre.
— Estabas jode y jode con que tenía que cortarme el pelo, así que aproveche y me hice un corte — Mordió el pan.— ¿Estoy bonito?— La pareja asintió.
— Pensaba que no tenías rostro— Esta vez hablo el castaño.
— Si, si tengo— Dejo de lado su tostada y agarro un vaso con jugo.—- Esta rico el desayuno, pero voy a esperar en el estacionamiento— dejo el vaso en su lugar para luego abrir la puerta del departamento e irse.
— ¿Quien es y que a hecho con mi hijo?— Dijo Jungkook aún sorprendido.
—Pensé que no tenía rostro— Dijo Taehyung incluso más sorprendido que su pareja.
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Jungwoo realmente le encantaba no llamar la atención, pero desde que llegó al colegio a llamado la atención de todos sus compañeros. El azabache se maldecía internamente por no llevar consigo su abrigo y sus audífonos, el pasillo era un reto diario para él, aunque no quisiera ser observado por todos, siempre era así, incluso teniendo sus malas fachas. Maldijo incluso más cuando sintió sus pantalones demasiados apretados para su gusto, esa tela tan calorosa se pegaba a sus marcadas piernas. Jungwoo llegó a su casillero y guardó sus cosas, al momento de cerrar el casillero su amigo se abalanzó sobre él.
—¿Qué diablos te hiciste?— Dijo el más bajito mientras dejaba de comer una barra de proteína.
— Solo me corte el pelo, no exageres— Se coloco su mochila y paso de largo por al lado de su amigo. El más pequeño corrió para alcanzarlo.
—Ahora te ves bien. ¡Te ves bien! — Alago Jimin. — Las chicas no dejan de verte—. El más bajito observó cómo las chicas no dejaban de mirar a su amigo y de susurrarse cosas. — Ahora serás popular—.
— Bastaaaaaaa—- Alargó la 'A' con cansancio.— No seré popular— Entraron al salón de clases y sus compañeros se quedaron viéndolo.
— Será un largo día— Dijo Jimin mientras le palmeaba el hombro a su amigo.
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Jungkook dejaba de lado su café mientras ponía atención a unos documentos que le habían llegado la noche anterior. El azabache era demasiado responsable con su trabajo, habían días en los que incluso él prefería terminar las cosas solo, para no perderse nada de sus reportes. Podía pedirle a cualquiera que terminara los informes por él, pero Jeon es de los que quieren llevar la cuenta de cada una de las cosas y demostrar que él puede estar en todo menos en nada. La puerta de su oficina se abrió dejando a la vista a la hermosa Hoo con un regalo en sus manos, la rubia se acercó y con una encantadora sonrisa le entregó el regalo a Jungkook.
— Feliz Cumpleaños — Jungkook agarró el regalo con una sonrisa en su boca.
— Aún falta una semana— Sonrió mientras miraba el obsequio. — Muchas gracias pero no debiste molestarte— La mujer negó y se sentó frente al más alto.
— ¿Qué esperas? Ábrelo— La mujer parecía bastante entusiasmada. Jungkook empezó a retirar el papel dejando a la vista una casa y tras abrirla abrió su boca en sorpresa. — Sabía que te gustaría—.
— Hoo, Este es el mejor regalo que puedo recibir—- En la caja había un retrato de él y Jungwoo. La foto fue tomada por Hoo en una de las visitas del pequeño niño. Jungkook perdió la foto luego de haber terminado con la mujer y él nunca pensó que ella la tendría.— Pensé que la habías quemado— la rubia negó.
— La conserve. Tenía un viejo rollo de fotos y fui a revelarlo, encontré en él es a foto y otras pero; se lo importante que es esa para ti— El azabache estaba sintiendo una mezcla de sentimientos, entre triste y feliz. — Ese día fue duro para ti, aún lo recuerdo—.
—Gracias por conservarlo— Sonrió mientras miraba la foto. — La pondré en mi escritorio—.
— No hay de que —.
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Cumpleaños #26 de Jungkook. Foto tomada por Ho Shan en medio de un paseo por una plaza.
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Jungwoo y Taehyung se habían encargado de la cena, ahora ambos se encontraban esperando que Jungkook llegara a la casa. La puerta principal del departamento se abrió dejando a la vista un alto azabache con su uniforme de policía y su cabello suelto. Jungkook se quitó sus botas y las dejó en el zapatero, camino hasta el comedor y le dio un beso a su novio en los labios, luego acarició el cabello de su hijo.
— Esto se ve delicioso— Dijo mientras miraba la cena y antes de que agarra un poco de el cerdo con sus manos, su novio lo regañó.
— Lávate las manos— Jungkook bufo y fue harás el fregadero para lavarse sus manos, volvió y se sentó junto a su pareja. El castaño no dudó en mirarle las mejillas rojas a su pareja y luego ver que sus ojos estaban rojos, como si había llorado.
— ¿Estas bien? — Preguntó.
— Si, solo estoy un poco melancólico eso es todo— Agarro un poco del cerdo con unos palillos y lo llevo a su boca. — También hacía un poco de frío—.
— Cariño, parece que lloraste— Jungkook negó mientras comía otro poco. — Jungwoo— Llamó. El más joven asintió al instante. — ¿Tú padre tiene cara de haber llorado? — El chico asintió. — ¿Que sucede?—.
—Solo fue algo que vi, me pongo sentimental cuando se que me estoy poniendo viejo cada día y que mis cabellos negros se volverán blancos, que tendré nietos y me llamarán abuelo— Taehyung no dudó en reírse.—Me siento así cuando se acerca mi cumpleaños—.
— Cariño, aún estás joven— Acaricio las mejillas de su novio. — Sigues igual de atractivo—.
— No comiencen — Se quejó el menor y los mayores rieron.
