14.

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Capitulo 14.

Cuando por fin hemos llegado, parece ser un lugar muy reservado, lo único que alcanzo a ver son unos semáforos, una especie de pista improvisada y un poco de humo. Pensé que esto era diferente, pensé que era como en las películas, lleno de adrenalina. Lo unico que veo son carros carísimos al lado sus dueños algo sudados y con un aspecto algo raro. Nada del otro mundo.

Me cogen del hombro y me voltean de golpe

- Hey tu, si no vienes a correr te marchas pero ya.
Es una chica más alta que yo a pesar de sus tacones, lleva el cabello mono con las puntas azules, diría que se ve fea pero, en realidad le quedan estupendas. Lleva unas botas que le llegan encima de las rodillas, junto a un short que a duras penas le tapa el trasero y ni hablar de como se le ve el busto en la blusa que le llega hasta su ombligo. Por Dios, luce increíble esta mujer.

- Por lo que veo, has terminado de examinarme ¿vienes a correr o te vas? - vuelve a repetirme y siento que el color sube a mis mejillas. Bajo la mirada a mis toms y me arrepiento de venir así vestida, me veo como una virgen... Momento, soy virgen, pero no quiero verme como una.

- Lo siento... Heee.. Yo vengo a buscar a alguien. - balbuceó y me tiemblan los dientes como si me estuviera congelando, pero no, tengo nervios, de esos que sientes en la panza ganas de vomitar.

- Parece que no me has entendido, si no corres. Te marchas, tienes cinco minutos o te saco yo de esos lindos crespos que traes.

¿me esta amenazando? ¿donde esta Matias? ¿por que he venido? ¿por que le he dicho a mi hermano que se regrese a casa? Debo dejar de hacerme tantas preguntas y responderle a esta mujer. - Esta bien, esta bien. Correré. Solo que no se conducir.

- Sigueme, te asignare una pareja. - junta las manos y aplaude como si hubiera conseguido una especie de premio.

- Pero me da miedo. - siento como me sudan las manos, estoy colorada como un tomate y las tontas ganas de vomitar no han parado.

- No seas cobarde, llevaras casco. Y para que veas que soy buena gente, te llevare con uno de los mejores.

Camino detras de ella durante cinco minutos, los más largos de mi vida. Todo esto es como pisar tierra desconocida, todo es nuevo, todo es tan diferente a lo que estoy acostumbrada. Esta no soy yo ¿ahora voy a subirme de copiloto para que no me saquen a patadas de este lugar? Dios, que me pasa.

- Tierra llamando a, momento ¿como te llamas?

- Victoria, Vicky. Como gustes decirme.

- Eres muy educada, me da hasta mareo de ver como vas vestida.
En eso la chica con piernas increíbles me rasga la manga larga de mi blusa y la deja como un esqueleto, se me alcanza a erizar el vello de los brazos.
- Muchísimo mejor Victoria, ahora, ven te presentare a tu pareja.

Hay una hilera larguísima de coches, sólo distingo un Audi a3, un Mazda 6, un Toyota corola, un Ford fiesta y un Mercedes. Junto al Audi hay un par de autos clásicos, no tengo idea de cuales sean. Nunca me han interesado los autos y ahora estoy en una carrera clandestina, que bien Victoria.

- El es Thomás, tu pareja de carrera esta noche.
Me señala a un tipo de mi estatura con unos ojos azules, un azul tan lindo que me hechiza. El cabello alborotado de color café y va vestido con un pantalón negro y unos nike.

- Valla, Madison. Carne fresca.

- Callate, tratale bien. Es nueva en esto y esta asustada.

- ¿yo cuando no soy cordial? - pone los ojos en blanco y se hecha a reír.
Me abre la puerta del lado derecho y me subo, las piernas me tiemblan y el corazón me va a mil por hora.
Me doy cuenta de que el se sube al otro lado y me pasa un casco de protección.

- Toma, usalo y ponte bien el cinturón. Desliza su mano sobre mi vientre y se asegura de que el cinturón este como debe de estar. Se me hace imposible no sentir nada, son muchas emociones en tan poco tiempo.

- ¿Tu no usas?

- No, lo mío es el riesgo. - no puedo evitar reírme.

- Pasame el casco, lo mío es llegar viva a casa.
Bajo el casco por mi cabeza, aun no creo que valla a hacer esto. Mi padre me mataría si se entera.

- ¿lista? - niego con la cabeza y me da mareo de lo pesado que esta el casco.

- Si no te gusta ¿que haces aquí? - me mira fijamente a mis ojos pero, bajo la mirada.

- Buscaba a alguien, pero no lo he visto y ya llevo media hora aquí.

- ¿tu novio?
El color vuelve a subir a mis mejillas, la migraña y los nervios están decididos a acabar conmigo esta noche.

- No, un amigo. Deja ya de preguntarme ¿no ves que me voy a morir del susto?

Se coloca su cinturón y guarda silencio, unos segundos más tarde siento como tiembla la silla ¡DEMONIOS! es el motor. Levanto la vista hacia la chica que esta sosteniendo una bandera roja, y cada vez que la mueve Thomas pisa a fondo el acelerador. Cierro los ojos esperando a qué todo esto pase, siento que me voy a orinar de los nervios. En menos de nada siento un vacío en mi pecho y abro los ojos lentamente, vamos demasiado rápido, ya hemos arrancado y solo veo un auto delante.

- No esta tan mal ¿eh?
Debo admitirlo, es una descarga de adrenalina increíble, sin duda alguna lo mejor que he hecho en todo el año.

- solo nos queda una vuelta, y no pienso dejarme ganar de ese hijo de puta. Es un carbón, lo detestó.

- Pues a acabarlo. - no puedo creer que halla dicho eso yo. Al parecer estoy cambiando. Al parecer los autos no son tan malos.

Pasamos por el lado del Audi Rojo y al pasarlo volteo a mirar. No se porque lo presentía, es Matias, Matias estaba ebrio o estaba fingiendo para que viniera. Me doy cuenta en su cara que esta igual o peor de sorprendido, pierde el control y termina encima de unas cajas, las cajas cubren hasta el parabrisas de su coche.

Sobreviviendo al Destino. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora