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Los cuatro entraron al edificio medio derruido para esconderse de lo que fuera esa cosa

- ¡¿Que es esa cosa?! - Fátima estaba aterrorizada por la situación.

- ¡No lo se, pero por lo que más queríais , no paréis correr! - Dijo Sam medio fatigado

Detras de ellos al fondo del pasillo se podían escuchar los rugidos de la criatura que les perseguía, los tres jóvenes entraron a una de las casas abiertas, mientras que Sam estaba en otra. Les faltaban la respiración, intentaban coger aire pero debido a que tenían que hacer el menor ruido posible les costaba aún más. Los pasos de la criatura se escuchaban acercarse rápidamente, hasta que cesaron, la criatura había entrado en la habitación

- Estamos muertos - Fátima dijo en su mente, se giró ha ver a sus compañeros. Ilia estaba sentada detrás de una mesa con los ojos cerrados, mientras que Aiden estaba detrás de una caja, se asomaba poco a poco para ver a la criatura que les acechaba, esa cosa sabía que estaban ahí. Pero por accidente Aiden deslizo su mano por la caja haciendo que trozos de ladrillos cayeran al suelo.

- Mierda... - Aiden se escondió de nuevo detrás de la caja, la criatura entró en la habitación en la que estaban mostrándose al fin.

Era blanca con manchas negras de color negro con un poco de lo que parecía ser pelaje por su cuerpo, ojos grandes y negros, tenía dos grandes colmillos y era alta teniendo que agacharse para caber en la habitación. Pero lo que más lo caracterizaba es que tenía alas teniendo encima de ellas dos manos negras.

La criatura al no ver nada se giró para salir de la habitación. Fátima suspiró aliviada, se giró a mirar a Aiden cuando vio que de el empezaron brotar chispas azules.

- No, no, no... Ahora no - Aiden se miro las manos y las chispas brotaban cada vez más haciando mucho ruido. La criatura se volvió a girar por el ruido y fue rápidamente a donde estaba Aiden, al verle lanzó un rugido insoportable que era capaz de ensordecer a cualquiera. Todos se taparon los oídos debido al rugido.

- ¡CA-CALLATE!... - Aiden alzó su mano apuntando a la criatura saliendo un rayo color cian, la criatura salió disparada atravesando la pared.

Aiden se pasó en su suelo de rodillas aturdido, vio cómo sus compañeras se le acercaban, intentaban decirle algo pero el solo escuchaba un pitido que no cesaba. Las chispas que brotaban de sus manos cesaron.

- ¡Aiden! ¿¡Me escuchas?! - Le decía Ilia, el chico únicamente las miraba confuso y aturdido.

- Joder... - Sam entró en la habitación viendo a la criatura tirada en el suelo con la herida en el abdomen - ¿Que ha pasado? Chico, ¿Me escuchas?, que le pasa.

- Esa cosa nos descubrió rugiendo al instante cuando vio a Aiden, dejándole aturdido y... al parecer sordo - Explico Fátima preocupada por su compañero.

- Vale... Eh, mira me - Dijo Sam mirando a Aiden.

- N-no... te escucho bien - Dijo Aiden menos aturdido que antes.

- Se le pasará en un momento, se ve el rugido de criatura funciona como una especie de ultrasonido que puede dejarte sordo - Dijo Sam.

Pasado el rato Aiden pudo recuperarse, desapareciendo el pitido de oídos y dejando de estar aturdido.

- ¿Podeis explicarme cómo habéis podido abatir a esta cosa? - Dijo Sam mientras miraba a los tres.

- Le disparé rayos, eso es todo - Dijo Aiden mientras revisaba su mochila.

- Al menos la has dejado fuera de combate, será mejor que volvamos a la base antes que nos encontremos otro bicho de estos u otras cosas -

Salieron del edificio por la misma dirección que llegaron, introduciéndose en el mismo e inmenso bosque. El grupo iba junto excepto Aiden que seguía manteniendo la distancia un poco alejado. Ilia vio a amigo atrás, decidió frenar un poco para hablar con el.

- ¿Poderes eléctricos? Molan. ¿Por qué no me los enseñaste? -

- No se, alguien que tiene poderes no se lo cuenta a todo dios, solamente los usó si es necesario. - Dijo el chico

- Pues casi nunca los usas, además de que parece que no los controlas del todo -

- Era sólo como una especie de sistema de emergencia. Los activo inconscientemente cuando estoy muy nervioso, y como has visto, se me puede ir de las manos en un momento -

- Pero tu mismo has levantado el brazo para disparar el rayo -

- Ya, pero no tenía previsto que fuera tan fuerte - Aiden miró a abajo mientras seguía caminando - Si ese rayo que apenas podía controlar a dejado inconsciente a esa cosa... Imagínate lo que podría hacerle a una persona...

- Te tienes miedo a ti mismo, ¿verdad? - Ilia empezó a comprender la razón la cual Aiden escondía sus poderes.

- Si... -

Llegaron a un lugar abierto donde no habían demasiados árboles o alejados de todo peligro, bueno, o eso creía Sam.

- Bueno, es hora de volver a la dimensión 0 - Sam marcaba las coordenadas en la pistola de portales, fue cuando se escucharon ruidos desde los árboles.

De los árboles apareció una criatura grande, superaba los dos metros. Era distinta a lo antes visto, compuesta por raíces y hojas pero tenía forma humana tenía ojos amarillos tenía una boca grande con colmillos, de su espálida emergían como tentáculos formados por raíces acabando en una rosa con colmillos y en la zona de lo que deveria ser su barriga había una membrana amarilla que desprendía luz del mismo color. Era exactamente lo que vio Aiden en las hojas que encontró.

- Lo que nos faltaba, un bicho formado por plantas y raíces - Dijo Sam - ¿Puedes freirlo? - Le pregunto a Aiden.

- Es una planta, en teoría podría - Dijo Aiden. Acto seguido de sus manos empezaron a emerger las mismas chispas, cada vez cubrían más su brazo acompañado de un sonido, como si se estuvieran cargando para disparar el rayo. Al terminar de cargarse alzó su brazo apuntando al monstruo el cual se acercaba más, de su mano salió un gran rayo que le impactó de lleno.

- Que... fácil - Se sorprendió Fátima.

- Demasiado fácil diría yo - De repente el monstruo se levanto de suelo, parte de su cuerpo, la parte del pecho de la cara se estaban regenerando saliendo nuevas raíces de las que fueron quemadas. El monstruo furioso rugió al grupo y fue directo a por ellos.

Entre Dimensiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora