aún lo recuerdo.
esa tarde me encontraba estresado. carajo, mi cabeza dolía tan mal.
nada bueno salía de ella. ni una sola lírica, ni un verso, nada.
para empeorar las cosas los gritos detrás de la puerta habían comenzado de nuevo.
otra pelea, supuse.
necesitaba dar un respiro así que salí por la ventana y fuí a dar un paseo para refrescar mi mente. estar encerrado mucho tiempo en esa casa me estaba afectando.
llevé conmigo mi guitarra y al llegar a la plaza más cercana me senté en el suave pasto.
el clima era aceptable. los días soleados no eran mis favoritos pero estar debajo de la sombra de un árbol me traía placer.
saqué del estuche mi instrumento y luego de improvisar un poco decidí finalmente tocar una canción de una banda vieja de la cuál siempre olvido nombre porque, siendo sincero, el inglés se me daba muy mal.
pero ok, me dejé llevar.