Las órdenes eran claras, sin dificultad alguna y con su experiencia no deberían representar ningún error, pero nada podía salir como debía, porque él era Gustabo García y estaba destinado al fracaso.
El operativo había terminado, sólo quedaba el papeleo y recibir a la interpol para ultimar los detalles. Esperaba encontrar a Horacio antes de acabar el día, se suponía que estaba siguiendo a Carlo y según el plan esa misma tarde estaría preso. Así que ya no tenía nada de que preocuparse, sólo descansaría en el escritorio del guardia en turno, la policía local tenía todo bajo control.
Y cerró los ojos.
Un hombrecillo triste. Muy desafortunado, débil. Los hombrecillos débiles no merecen respirar. Ellos nos causan problemas. Mátalo.
Volvió a abrir los ojos, dormir no había sido buena idea, ahora sentía una terrible jaqueca y había olvidado empacar sus aspirinas.
Se levantó y con mucha pereza se estiró hasta sentir que su columna volvió a su lugar, miró la hora en su móvil, aún era temprano, pero aparte tenía un mensaje de un número desconocido.
"Mátalo"
Y anexada estaba una ubicación en medio de ninguna parte.
¿Se trataba de una broma de Horacio?
El dolor en su cabeza volvió, cerró los ojos, estaban empeorando y lo hacían sentir desubicado. Una vez pudo retomar sus cinco sentidos, tomó las llaves de la celda y sacó de ahí al mayor de los Gambino.
-¿Y tú quién coño eres?
-No hables.
Aún con las esposas, lo metió en su coche personal y condujo hasta la zona que le marcaba el GPS, un pequeño mirador sobre una montaña, rodeados de bosque y sin testigos.
-¿Qué hacemos aquí? ¿Por qué me trajiste aquí?
Gustabo ignoró al italiano y envió un mensaje al contacto que le había pedido ir a ese lugar, ahora que se entra mejor le parecía una completa estupidez hacer caso a un contacto completamente desconocido, ni siquiera se cuestionó nada.
"¿Quién eres?"
Si bien apenas envió el mensaje, un segundo timbre se escuchó dentro de su chaqueta del FBI. Metió la mano y encontró un segundo celular, uno que no era capaz de identificar.
-¿¡Holaaaa!? ¿Vas a soltarme? ¿Matarme?
-¿Qué? No.
-¿Entonces qué coño está pasando?
La vista se le fue por un instante y comenzó a ver borroso, reconocía los síntomas.
-No, no, no, no ahora...
-¿Estás bien? -Toni se acercó, casi preocupado.
-No te me acerques -ordenó con firmeza.
Apenas era capaz de ver la sombra de Toni, era difícil conservar el equilibrio y antes de darse cuenta estaba de rodillas sujetando su cabeza mientras escuchaba esa canción en su cabeza.
-¡Ya basta!
-Amigo, creo que necesitas un médico -Toni miraba la escena con temor, había una línea de sangre que se derramaba de la nariz de Gustabo.
-¡No! ¡No te voy a dejar esta vez!
-Duuueeeermeeee -escuchó salir de sus labios.
-No lo hagas.
-Ciierra losss ojos Gusss...
Durante un instante, Gustabo cayó inconsciente al suelo, dejando a Toni completamente confundido, pero cuando intentó acercarse para tomarle el pulso, Gustabo se había levantado de golpe.
ESTÁS LEYENDO
Is My History | Intenabo
Fanfiction"Esta es mi maldita historia, yo decido cómo termina"
