VI Castigo en el mundo de los sueños

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Clara con sus dos manos metió de forma apresurada a Alex en el cajón antes de que este lo arañara y así de forma brusca lo cerro dejando atrapado a Alex, este al levantarse desorientado escucho un "click" proveniente de afuera dando a entender que Clara lo había encerrado con todo y llave, desesperadamente buscó alrededor de el y vio unos orificios donde al parecer podía respirar, allí vio a Clara alejándose de el entre la multitud de gatos que la rodeaba, Alex comenzó a golpear con sus dos patas el interior del cajón para posteriormente empezar a arañarlo, Alex comenzaba a desesperarse a tal punto en el que comenzó a maullar.

- ¡Clara, déjame salir! -

No tuvo ninguna respuesta

- ¡Por favor, no quiero estar aquí! - grito Alex

No hubo señal de respuesta, así que Alex frustrado siguió pegando con su costado el interior del cajón para intentar tan siquiera quebrar el compartimiento donde se encontraba, pero era inútil, Alex paso un largo tiempo dando vueltas alrededor del cajón el cual apenas era de un tamaño considerable para andar, Alex mientras se acostaba escucho la voz de alguien familiar, parecía provenir del otro lado así que decidió poner una oreja en la otra pared y oír mejor, solo escuchaba murmullos sin sentido por lo que suspiro y decidió volver a acostarse para intentar dormir, pero no hubo efecto, para el parecía una eternidad por lo que llego a un punto en el que era demasiado para él, se levantó enfadado y siguió rascando el cajón intentando conseguir alguna respuesta pero igual no lo había, Alex en ese momento se frustro tanto que comenzó a pegar con su propia cabeza las paredes que lo rodeaban hasta desesperarse aún más, lo que termino de llevarlo a comenzar a llorar.

- ¡Ya basta Clara, déjame ir! -

No hubo respuesta

- ¡Maldita sea, solo déjame salir! -

Un silencio recorrido todo el lugar

- ¡Te odio, ojalá nunca te hubiera conocido! -

Alex lloro aun mas fuerte mientras comenzaba a arañar mucho mas rápido a tal punto en el que grito desconsolado, termino por caer en un pequeño colchón y comenzó a sollozar

-Clara...por favor- dijo entre lagrimas

-Mírate, ahora ya no eres el bully tan malo como solías ser- dijo una voz femenina algo familiar

- ¿Q...quién eres? -

- ¿En serio que pensabas ganar con dañar a mi hija? - la voz lo interrumpió

-Por favor perdóneme, juro que ya no le hare daño a su hija en serio, solo quería estar solo-

-Y ahora lo estas, espero que disfrutes de tu deseo- dijo la voz antes de irse

- ¡No por favor regresa!¡déjenme salir! - dijo Alex sin recibir de nuevo una respuesta

Alex volvió a romper en llanto mientras se acurrucaba en sí mismo, el comenzó a llorar aún más fuerte que antes para volver a terminar sollozando mientras tapaba su cara acurrucada en su mismo cuerpo.

Después de un tiempo se levantó cansado tocando el colchón donde se encontraba una uña suya se quedo atascado en una tira de tela de la misma, Alex se percato de esto y jalo su pata para poder sacarlo, pero al hacer esto sintió una sensación algo extraña pero relajante al hacer exactamente la misma acción, por lo que este comenzó a amasar el colchón donde se encontraba, sus lagrimas comenzaron a desaparecer mientras una pequeña sonrisa de felicidad se dibujo en su cara, con los ojos cerrados y las lagrimas saliendo de estas siguió amasando hasta que su cuerpo volvió a sentir esa vibración característica que lo hacia relajarse, Alex poco a poco mordía la tela esponjosa hasta comenzar a chupar como si le estuvieran dando de amamantar como un cachorro.

Alex al sentirse mucho mas calmado y feliz prosiguió a dormir no sin antes echar un vistazo afuera viendo que las luces ya se habían apagado y mostrando que la noche ya había caído, Alex se acurruco y cerro los ojos no sin antes sacar su última lagrima.

Él se despertó atónito, rodeado de una gran vegetación a lo largo y ancho de donde se encontraba el y junto a varios gatos los cuales parecían juguetear unos con otros.

- ¿Dónde estoy? -se preguntó así mismo

-Vaya, al parecer por fin lograste llegar aquí- dijo la voz de Víctor a lo lejos

- ¿Qué está pasando? - pregunto asustado

-Este es el mundo de los sueños gatunos, o bueno así prefieren llamarlo- respondió

-Por lo que veo, por fin tienes acceso a este lugar, mientras mas gato te vuelves puedes acceder a más lugares inimaginables aquí- dijo Víctor mientras se dejaba caer al suelo

-Pero, ¿qué hacemos aquí exactamente? -

-Simple divertirnos y dormir, eso es lo que hacemos siempre y no nos cansaremos de ello-

-Esto no esta bien, en serio piensan que esto es divertido- dijo Alex

-Para ti tal vez no, pero para nosotros es un paraíso- respondió Víctor de forma juguetona

Alex comenzó a oler a su alrededor y al percatarse de un olor irresistible comenzó a oler una de las varias plantas que lo rodeaban y después comenzó inconscientemente a restregarse sobre ella.

-Nepeta cataria, es de nuestras favoritas- dijo Víctor mientras este estaba acercándose a Alex

-Ugh...porque no puedo dejar de... olerlo- dijo con la cara enrojecida

Víctor aprovecho el momento y se abalanzó sobre de él, Alex quedo sorprendido e inmóvil mientras Víctor comenzó a morder su cogote, Este lo abrazo y comenzó a estrujarlo fuertemente mientras Alex intentaba patear y forcejear, pero cuando Víctor mordió aun mas fuerte termino por soltar un gemido el cual termino por provocar que el cayera exhausto mientras que Víctor aprovecho esto para postrarlo boca arriba y acurrucarse sobre de él.

-Ya ya...ya paso- le dijo mientras frotaba su cara en el pecho de Alex

-mhm, a diferencia de la Nepeta... tu hueles mejor- dijo Víctor lujurioso mientras que Alex sonrojado y exaltado se asusto

- ¡¿Estas intentando coquetearme?!- pregunto algo furioso

-Algo así- dijo de forma sarcástica

- ¿Si sabes que soy menor de edad? - pregunto para intentar evadirlo

-Si lo se... pero tus años gatunos dicen lo contrario - respondió susurrándole al oído

-N...no...basta- dijo sonrojándose

- ¿Qué pasa?, solo estoy jugando contigo, aquí a pesar de tener toda la misma edad no podemos amarnos de esa manera- respondió Víctor

- ¿Entonces porque me hablas así? ¿Porque me tratas como si estuvieras enamorado de mí? - dijo Alex perplejo

-Porque es lo más cercano al apareamiento que podemos hacer, aquí todos somos hembras-

-E...espera...¡¿Hembras?!- Alex pregunto mientras se quedaba aún más atónito

La amante de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora