Alex era un adolescente de 17 años el cual no tenía una vida de lo más buena que se pueda decir, estudiar en la preparatoria y tener que recursar ya reprobaba muy seguido, en su casa sus padres siempre peleaban y su tiempo se iba demasiado rápido, sin aspiraciones y al borde de que su familia se iba a desmoronar y se divorciaran, lo cual era raro que no lo hubieran hecho desde hace mucho tiempo.
Pero a él no le importaba en lo más mínimo ya que se acostumbró a estar en ese borde del cual el pasaba, ni siquiera sus padres les importaba tanto el hecho de que tenían a un hijo que mantener ya que solo se enfocaban en pagar su escuela, pero llego a un punto en el que Alex decidido trabajar para pagar sus propios estudios, él tampoco sabía del porque seguía estudiando, tal vez el hecho de no terminar como ninguno de sus dos padres fue la única motivación que lo llevo a seguir estudiando hasta tan siquiera salir con una carrera, no le importaba de que trabajar, solo quería ser uno más del montón. También cabe destacar de que todos sus problemas y frustraciones los sacaba siendo un bully del instituto, era una forma de dejar salir toda esa furia que quería desatar contra sus padres, pero sabía que no podía expresarse así con ellos ya que seguramente eso significaría que lo sacaran de la casa y lo obligue a irse a vivir solo, sabiendo que tiene que preocuparse de muchas más cosas que de sí mismo. Él se desquitaba burlándose de otros e incluso llegando a golpearlos si hablaban demasiado con los maestros sobre el asunto.
Todos los días eran los mismos, la misma dinámica la cual parecía no acabar solo con la diferencia de los deberes que Alex tenía que entregar y si eran en equipo él siempre los hacia solo, no tenía amigos ni mucho menos quería tenerlos, era un introvertido e incluso llegaba a ser antisocial. Fue un día como cualquier otro cuando Alex se encontraba en su pupitre, que sorpresivamente estaba hasta el frente y no atrás en la esquina como se suponía que el debería ir, en los primeros minutos antes de que empezara la clase una chica joven con aspecto algo extraña pero agradable entro, tenía el cabello rizado y traía lentes puestos dándole una apariencia de una nerd. Ella era una nueva estudiante que apenas estaba entrando, el profesor la presento ante los demás y ella dijo que se llamaba Clara. Alex no le podía importar demasiado, pero no sabría que sería el inicio de un suceso que cambiaría su vida por completo.
Al pasar el tiempo del horario fue la hora del receso, todos salían platicando en grupos, otros se sentaban a comer junto a sus amigos, pero Alex solo se iba a una banca a usar su celular para distraerse de lo que le rodeaba. Mientras tanto Clara rápidamente se hacía amiga de varias compañeras del salón, ya que ella tenía fama de cambiar de escuela recurrentemente, nadie sabía la razón del porqué, había especulaciones de que su familia era de ricos, pero eso no justificaba del porque se cambiaba de institución y eso era lo que causaba el interés de todos.
Pero Clara al verse rodeado no le importo más que ver a lo lejos a Alex ya que ella comenzaba a traerle curiosidad, ella convivía un rato con su nuevo grupo de amigas, pero fue cuando se armó de valor y fue hacia la dirección de Alex hasta que una de sus compañeras la interrumpió.
- ¿Espera, a dónde vas? - pregunto una de ellas
- Voy a hablar con aquel, verlo allí realmente me pone triste – respondió Clara con los brazos cruzados
- Déjalo, el así es, además él no quiere que nadie le hable – respondió otra
- Si, además puede que tenga problemas en su casa y por eso está así – otra dijo
- Eso no importa, tal vez pueda ayudarlo- Clara respondió – además, puede ser una oportunidad de poder dialogar con el-
Clara se alejó del grupo mientras ellos le veían con una cara confusa, otros parecían intentar detenerla y querían forzarla a alejarse de él, pero ella no hacía caso. Al llegar con el ella se sentó a lado de él y Alex de manera arrogante se apartó un centímetro de ella, Clara se sentó más cerca de él, pero el sin espacio intento ignorarla.
-Hum, hola- respondió Clara
Alex no respondió en lo absoluto, Clara suspiro e intento empezar una conversación, pero nada le salía, así que volvió con una pregunta al azar.
- ¿Cuál es tu nombre? - pregunto ella
- Eso no te importa- respondió Alex
- ¿Por qué no quieres hablar? –
- Soy introvertido y no quiero a nadie cerca, ahora vete – respondió Alex de una manera desesperada.
- Eso es ser más antisocial, ¿no crees? - pregunto Clara
- Escúchame claramente, deja de hablarme o lárgate de mí banqueta –
Clara volvió a suspirar – Solo...... si necesitas algo yo puedo ayudarte, no te vez muy bien que digamos –
Alex se enfureció al oír eso y se levantó de la banqueta para posteriormente empezar a amenazarla
- A ver cuatro ojos, lárgate de mí vista y no vuelvas a referirte a mí de ninguna manera ¿ok?!-
- Déjame ayudarte Alex, que sea nueva no significa que podamos, aunque sea ser amigos, te pido que te calmes y me escuches.... –
- Tu escúchame!, ¡lárgate de mí vista o ya verás lo que te sucede! –
Clara empezó a asustarse un poco, pero se mantuvo firme, le intento calmar, pero Alex desperado no hizo nada más que empujarla y largarse, Clara se cayó de espaldas, pero no se hizo daño, pero lo peor de todo es que un maestro los vio a lo lejos y eso termino en llevarlos los dos a la dirección.
Todo termino como siempre, la directora intentando comprender la situación, pero Alex se negaba a mejorar e incluso en varios momentos llegaban sus padres de mala gana a recogerlo directamente, pero a Alex no le podía importar menos. En cambio, Clara estaba dispuesta a ayudarlo, aunque eso signifique que ella saliera perjudicada, Cuando Alex salió de la dirección con una advertencia de dos días de expulsión fue cuando Clara le tocaba hablar con la directora.
- No entiendo, apenas es el primer día y ya terminaste así- dijo la directora
- Que puedo decir, solo quiero ayudar a quien lo necesite – respondió Clara
- Pero porque si supiste que Alex te iba a agredir no te detubiste, toda la escuela sabe cómo es el, incluso me dijiste que te habían advertido. -
- directora, simplemente no puedo evitarlo, en varias escuelas he hecho lo mismo, siempre quiero intentar que los demás puedan vivir mejor –
-Disculpa que cambie de tema, pero.... ¿Porque te has estado cambiado de colegio?, es que.... Es muy raro para una chica como tú, pareces una muy buena estudiante –
-Ya sé, pero es que.... A veces no termino de acostumbrar – respondió Clara de forma nerviosa
- Bueno...... dime la razón del porque te gusta hacer esto, ¿cómo te influencio a ayudar a tus compañeros? – pregunto la directora dudosa
- Bueno, aparte de que quiero ser psicóloga, es el hecho de que.... Veo a todos como....... Animales, siendo felices y haciendo lo suyo, pero cuando veo a un gato callejero como Alex el cual se ve en muy mal estado, me dan ganas de ayudarlo, ganas de adoptar su confianza e intentar hacerlo sentir mejor.-
- Bueno.... Es una descripción algo extraña, pero... interesante, creo que ya debes irte, la clase va a comenzar-
Ella se despidió dándole las gracias a la directora y regresando a su aula.
Los días transcurrieron igual, al llegar casi el fin de semana fue cuando Clara se hizo más famosa en a la escuela no por algo bueno que la resaltara, más bien algo extraño ya que ella en horas libres no paraba de hablar de sus gatos mientras conversaba con sus amigos, ella parecía obsesionada, pero eso no quitaba el hecho de que era extrovertida y le gustaba hacer reír a los demás. Mientras Alex seguía sumido a sus pensamientos no se dio cuenta que Clara todo el tiempo lo seguía a todas partes, los del salón pensaba que ella era aún más rara ya que especulaban de que ella le gustaba a Alex, pero... ¿Cómo podría gustarle a alguien que le amenazaba tan siquiera acercarse? Pero en realidad ella no tenía ese interés en él, aunque tenía otros planes. Ella incluso un viernes empezó a seguirlo a escondidas cuando estaban saliendo de casa, ella lo siguió hasta el puesto de camiones donde se subió y empezó su recorrido, lo bueno es que su hogar un estaba tan lejos ya que Clara se las arregló para subirse al transporte publico sin que Alex lo viera, fue allí donde pudo ubicar su casa apenas llegando y bajándose por la puerta trasera del autobús mientras que Alex se bajó en la puerta delantera.
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La amante de gatos
FantasyAlex, un adolescente con una vida deprimente, siendo un Bully de su escuela donde nadie lo queria y mucho menos en su casa, vivia sin pasiones o metas en su vida sabiendo que no haria nada mas que seguir sin nada especial. hasta que una chica llamad...