Sempiternal

Mastermind

*Nota: Humor demasiado incorrecto, violencia propia del canon y mención al suicidio c:

This ain't for the best
My reputation's never been worse, so
You must like me for me
We can't make
Any promises now, can we, babe?
But you can make me a drink

Manejaba con la vista clavada en el camino, la musica sonaba de fondo pero no era lo que él planeaba para un viaje en carretera.

Realmente lo habían jodido al mandarlo con ella. Solo debían vigilar la maldita zona ya que detectaron actividad irregular en aquella bodega; llegaban diferentes camiones sin conexión real entre ellos y en apariencia solía ser un "taller mecánico", el cual era tapadera del deposito de aquel compuesto aun desconocido para ellos. O algo asi entendió a la mierda de Economos.

—Mia, ¿De dónde demonios sacaste el compuesto que le diste a Emilia?

—¡Oh!, ¿Ya te dijo? —Chris le gruñó, ella se rio —no puedo decirte, lo siento.

—Eres igual de molesta, crees que no me doy cuenta de lo que estas haciendo...

—¿Y qué estoy haciendo Christopher Smith?

—¡Esa mierda! —la señaló acusador —todos te creen y el idiota de Adrian parece ignorarlo a propósito, pero ey bruja sexy de los noventas, a mi no me engañas.

—¡Dios, crees que soy sexy! —Mia se burló y continúo moviéndose al ritmo de la música.

—¡Sí, carajo! —volteó a verla —pero eso no significa que me agrades.

Al llegar a la bodega, Chris seguía gruñendole a Mia quien no hacia mas que molestarlo. La vio sacar su maleta de la parte trasera del coche, comenzó a quitarse el suéter sin importarle que estaba frente a él; se quitó con cuidado los pantalones sin dejar de bailar.

—¡Lo sabía! —le gritó al ver como subía la cremallera del traje con la franja purpura —¡Sabía que eras tú!

—¡Claro que no! —respondió Mia quitándose la peluca y dejando libre su cabello ondulado y castaño.

—¡Engañaste a Adrian!

—Peacemaker, yo no engañé a nadie. Esto lo he hecho desde hace tiempo, ¿Cómo mierda crees que conseguí todo lo que tienen del caso?

—¡¿Y por qué nunca nos lo dijiste?!

—Emilia lo sabía. Jhon, creo que tambien pero lo va a negar. Adebayo, es cuestión de tiempo que lo descubra... y Adrian —sonrió recordando la cita que tuvieron hace días —no lo sé.

—¿Y por que demonios Emilia no me lo dijo?

—No lo sé, tal vez porque desde que llegué aqui no has parado de molestar, tal vez por eso, grandullón —dijo como si realmente no le importará, mientras acomodaba su mochila de unicornios sobre la cajuela del carro.

—¡Le rompiste el jodido corazon a Adrian!

—¡¿Y crees que él no rompió el mio?!

—Sí, tal vez—dijo burlón —. Olvídalo, tú no tienes.

—¡Qué dramático eres! —Mia se dio la vuelta mientras levantaba el dedo de en medio; se puso el antifaz y amarró su cabello en una coleta alta, saco las armas de su mochila y las puso alrededor de su cinturón.

—¿Vamos, o te vas a quedar llorando?

—¡Que te jodan!

—Lo considerare, tal vez se lo pida a Adrian —dijo riéndose y alejandose de él.