Todo sucedió de forma muy inesperada. Link se había postulado al ejército hyliano recién cumplidos los diecisiete años, edad en la que todos los varones hylianos deben alistarse, ya que se les considera mayores de edad. Esto se hace con la intención de que el número de efectivos no se vea mermado con el paso del tiempo y para mantener una cantidad adecuada de gente preparada en reserva por si se llegase a necesitar.
La vida de Link siempre estuvo muy relacionada con las espadas, gracias a la vida de su padre, quien fue un soldado real. Este último siempre inculcó a su hijo en el camino de la espada para que, cuando él se retirara, su hijo pudiera seguir sus pasos. En los primeros años de vida de Link, su padre vio un enorme potencial en él, lo cual le llenó de felicidad al saber que su linaje perduraría por muchos años más.
El día que su hijo cumplió diecisiete años, mandó a forjar la mejor espada que jamás haya poseído una persona de su edad, con la intención de que, al llegar al castillo, todos supieran de quién era hijo, ya que seguramente todos lo reconocerían, o al menos, eso es lo que él creía. Al llegar Link a dicho lugar, fue recibido como todos los demás por uno de los soldados encargados de recibir a los nuevos. Al dar su nombre y apellido, la persona que tenía enfrente simplemente le indicó dónde estaba su grupo y siguió con la siguiente persona, lo que hizo que Link se preguntara: "¿Entonces mi padre solo presumía su fama conmigo, pero en realidad no era así?"
El resto de sus compañeros estaban igual de nerviosos que él al saber que su examen de iniciación no sería nada sencillo. Link había oído de su padre que la familia real tenía a su lado a una experimentada sheikah, muy reconocida por su habilidad con la espada, siendo una de las más sobresalientes del ejército. Aunque su padre le decía que él era capaz de hacerle frente e incluso ganarle, Link no estaba completamente seguro de ello.
Un grupo bastante "pequeño" de cadetes se acercó al recién llegado con la intención de presentarse, como lo habían hecho con el resto. Pero al ver la constitución de Link, se miraron entre ellos y, como si todos entendieran lo que significaba esa mirada, se acercaron a su nuevo compañero.
—Así que tú estás interesado en formar parte del ejército, ¿no? —comentó el líder del grupo con un tono burlesco.
—Así es —respondió Link, viendo cómo los compañeros de aquel chico empezaban a rodearlo.
—Ja, ja, entonces tendremos un peldaño menos que subir, ya que, viendo lo enclenque que estás, dudo mucho que apenas puedas levantar una espada —lanzó uno de los chicos la primera burla del día.
—¿Quieres ver que sí? —preguntó Link, tomando el mango de su espada y mirando de forma amenazante a uno de los chicos que lo rodeaban.
—Ya tendrá oportunidad de demostrar sus habilidades, cadete —intercedió una figura tanto familiar como misteriosa.
Poco después de aquel momento, todos los cadetes de aquel grupo fueron llevados a una arena, en la cual se encontraban diferentes maniquíes de combate colocados estratégicamente para que cada uno de los soldados pudiera demostrar sus habilidades con soltura, sin temor a golpear a uno de sus compañeros. En aquel lugar se encontraba el rey Rhoam, acompañado por su fiel escolta, Impa. Al verla, Link supo de inmediato que era la mujer sheikah de la que su padre le había hablado, lo que hizo que sus nervios se multiplicaran por diez al ver a tal eminencia.
—Bienvenidos a todos. La razón por la cual me tomé el tiempo de venir a verlos es porque oí que el hijo de uno de mis mejores soldados había decidido seguir el camino de su padre. Además, le tengo mucha fe a este grupo, ya que la mismísima Impa me comentó sobre su posible potencial, claro, si este es debidamente explotado. Por lo que, dependiendo de lo que hagan hoy y en el futuro, es probable que sean llamados a la fortaleza de Akkala para ser entrenados bajo la supervisión del comandante Dalay —comentó el rey con un tono de voz elevado. Al ver que la emoción se apoderaba de los reclutas, sonrió para sus adentros; había conseguido su cometido.
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La Mayor Aventura Jamás Contada
FanficLink y Zelda, dos personas que tienen un largo historial, pero solo lo saben sus almas. En la actualidad todo será diferente, mismo enemigo y diferentes compañeros. Su relación comienza con un tropiezo, pero solo el destino sabe si se resolverá. Mie...